El nuevo silencio
Todo cambia, incluso el silencio. El silencio, históricamente, es la falta de ruido. Añado: es reflexión, ira contenida, palabras no pronunciadas o, simplemente, discreta indiferencia. Ahora el silencio es el nuevo acompañante que ha traído a nuestras vidas una pantalla que ya parece parte de nuestras manos. El silencio reinante entre una familia: solo se oye el fino deslizar de sus dedos sobre el cristal. Un silencio no forzado, un Aleph propio por compañía (Amelia Valcárcel, en EL PAÍS) que configura familias unipersonales en las que la palabra ha pasado a mejores pantallas. Un silencio que… Todo cambia.
Sergio Pascual Espinilla
Valladolid
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