Taxistas en huelga

Siempre es injusto generalizar, pero como usuario del taxi he tenido que soportar no pocos abusos. Unas veces teléfonos que no responden o retrasos, o malas caras porque la carrera que yo solicitaba “no me vale la pena”. También, seamos justos, he conocido taxistas muy profesionales. Sin embargo, frente a los primeros, debo decir que todos los servicios de Uber o Cabify que he usado han sido impecables en puntualidad, trato y respeto al precio acordado. Ahora que la tecnología y la libre elección del usuario han roto su monopolio, los taxistas corren a papá Estado para que los defienda. Y estoy de acuerdo: hay aspectos de las VTC que deben ser regulados para evitar otro tipo de abusos. Pero además de boicotear Fitur y reclamar comprensión, quizá una parte de los taxistas, a los que me refería al principio, deberían plantearse qué han hecho ellos para cuidar su negocio y evitar la huida de clientes hacia las nuevas alternativas.

Ignacio Rodríguez Alemparte

El Médano (Tenerife)

Soy hija y mujer de taxista. No acepto la violencia, pero tampoco las mentiras. La huelga no pide que desaparezca el servicio VTC, pide que cumpla la ley. Igual que yo no puedo poner un estanco donde quiera sin licencia, ellos exigen igualdad de condiciones en el trabajo. Son familias que trabajan 16 horas, que pagan impuestos al Ayuntamiento, que son regulados con certificado de penales, con un examen, etcétera. La lucha no es contra el conductor de VTC, es contra la empresa que les gestiona. No hagamos demagogias. Lo de estos días es desesperación y lucha por su trabajo. Todos nos hemos manifestado afectando al de al lado.

Irene Castro Boiza

Madrid