Flaco favor a la causa independentista

Es lamentable que un hostelero independentista de Lérida haya traicionado de burda manera el sentido último de su profesión, la hospitalidad, y haya tenido que recurrir a la maniobra fácil del insulto y la burla para conseguir publicidad barata para su establecimiento. Haber ganado un concurso televisivo de cocina y tener unas convicciones ideológicas determinadas no da impunidad ni derecho a su propietario para injuriar y degradar a las personas, sean guardias civiles, jueces o vendedores de bicicletas. No importa. Dedicarse a bautizar platos de su menú con nombres tan vejatorios y humillantes como, por ejemplo, “guardia civil andaluz a la brasa” no es ninguna muestra de creatividad, ni tan siquiera de humor negro, sino una inequívoca evidencia de mal gusto y de falta absoluta de humanidad y sensibilidad, algo impropio de quien vive de servir al público. En mi opinión, casi roza el delito de odio. Flaco favor a la causa independentista.— Ignasi Castells Cuixart. La Garriga (Barcelona).