Vigo no responde

Pasada la medianoche del domingo, cuando empezaba la actuación del cantante de hip hop Rels B en el festival O Marisquiño, un muelle del paseo marítimo de Vigo se hundió y cientos de espectadores que acudían al concierto se deslizaron hacia el agua. Hubo escenas de caos, pánico, y un balance final de más de 400 heridos, cinco de ellos graves. Cuando se piden explicaciones por el suceso empieza el baile entre la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento. Nadie asume las responsabilidad.

Se sabía de quejas por el mal estado del suelo de madera y por la corrosión de la estructura. El accidente se produce en el soporte de hormigón que sostiene el paseo. El Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, y al que corresponde el mantenimiento de la obra por un acuerdo firmado con Puertos a finales de los noventa, cuando se construyó, se desentiende del fallo al tratarse de un problema estructural. Es decir, que la revisión de la madera era de su competencia pero no la de los pilares de hormigón, que correspondía a la Autoridad Portuaria. La organización del festival, encargada de velar por el desarrollo del mismo, explica, por su parte, que tenía todos los papeles en orden. El concierto era uno de los dos eventos, junto a una fiesta gastronómica, que la Autoridad Portuaria había autorizado. No permitió, sin embargo, la celebración de un acto de deporte urbano.

El hundimiento del muelle no ha provocado, afortunadamente, víctimas mortales. Lo que es irreparable es el bochorno que abruma a los ciudadanos por el peloteo insufrible de responsabilidades. ¿Acaso pretenden las autoridades de Vigo que los heridos no solo tengan que acudir a los médicos para curar sus lesiones sino también a investigadores que determinen cual de esos responsables actuó con tanta desidia como para poner en peligro la integridad fisica de centenares de jóvenes en vacaciones? La explicación ofrecida ofende.