No entiendo nada

Últimamente no se oye hablar o escribir nada mas que de diálogo y encaje con respecto a Cataluña. “Diálogo”, uno sabe lo que es, aunque actualmente lo sea de sordos, pero lo del “encaje” me tiene hecho un lío puesto que se define como introducir algo en otra cosa para lograr un ajuste perfecto. En este caso, ignoro qué implica porque quizás, salvo las partes implicadas, se ignora qué se pretende. Soy quizás un poco cortito y no sé si se trata de dinero, de incrementar y cómo su autogobierno o de vaya usted a saber qué. Como parte implicada en este asunto, como decenas de millones de españoles, me gustaría saber qué se nos pide y qué se les ofrece, y para esto no hace falta desvelar secretos de Estado. Evidentemente, todo lo que deriva exclusivamente del famoso referéndum carece de valor desde su origen para dialogar o para encajar y podría ser todo. Sobre lo que se les niegue no hacen falta detalles, simplemente es necesario que no haya abusos. Pero por mínimo que sea, ni el Gobierno ni la Generalitat ofrecen detalle alguno para el ciudadano de a pie y eso hace sospechar de ambas partes.— Luis Alfonso González Arias. Madrid.