‘Blairxit’

La masacre de Irak por parte del trío de las Azores consume la conciencia de Blair, que, secándose los ojos, llama errores a la mentira y no deja de pedir perdón por algo que, afirma, volvería a hacer llegado el caso, lo cual no deja de ser paradójico. El vía crucis de Blair empezó en su propio país, al ser bombardeado con huevos en la presentación de sus memorias llenas de culpa y continúa hoy con el grito de “criminal de guerra” en las calles de Londres. La vergüenza y la culpa le perseguirán de por vida. Las consecuencias son cientos de miles de inocentes sepultados por toneladas de bombas en nombre de una justicia infinita y una libertad duradera. Así, y quizás sea esta lo único que le honra, sale Blair del trío de las Azores, a modo de un Blairxit, y se desmarca de Bush y Aznar, cuya falta de arrepentimiento me hace pensar que el dios que invocaban para ganar la guerra era, finalmente, el dios Dinero.— Emilio Iglesias Delgado. Sevilla.