¿Dónde queda?

Todos y cada uno de los partidos políticos hicieron su entrada en el Congreso el pasado domingo para realizar desde una acérrima defensa de la Constitución de 1978 hasta una reivindicación de la urgencia de reformarla. Las posturas, como cada año, fueron dispares, pero todos coincidieron en el gran valor que tiene para la democracia nuestra Carta Magna. Sin duda una gran fiesta de celebración colectiva de nuestros derechos. Pero ¿dónde queda? ¿Dónde queda hoy, solo unos días después, la defensa y reivindicación de la Constitución y de los derechos que recoge? ¿Por qué, nada más salir del Congreso el día 6, nadie habló del derecho a una vivienda digna al ver a los indigentes que duermen en sus inmediaciones? Todos, o al menos la gran mayoría de los férreos defensores de la Constitución, hablan de su gran importancia. Pero ¿por qué no se han acordado de ella mientras recortaban en educación, sanidad, dependencia o servicios sociales básicos rompiendo el principio de igualdad de oportunidades que impulsa?

Resulta curioso ver cómo, tras reivindicarla y defenderla, muchos se esfuerzan por protegerla, pocos por hacer que se cumpla de verdad.— Ivan Zalinkevicius Moretti.