Puntualización

En relación con la noticia publicada el jueves por su diario, encabezada con un titular que sólo puede entenderse como ofensivo para mi persona y honorabilidad, deseo aclarar lo siguiente:

—El embajador no tiene potestad funcional u orgánica sobre el personal de las consejerías sectoriales que los distintos ministerios tienen en cada embajada; menos aún, responsabilidad sobre la fiscalización de sus presupuestos, algo que corresponde a la Intervención y otros órganos de control de cada departamento en Madrid.

—Sobre los hechos narrados en su artículo, en cuanto la consejera de Información puso en mi conocimiento y en el del Ministerio de Presidencia que había detectado irregularidades, ordené una información reservada para determinar el alcance de las mismas, y de ahí se derivaron posteriores procedimientos de exigencia de responsabilidad.

—El Tribunal de Cuentas está investigando esos hechos precisamente porque se han denunciado desde esta Embajada. Así pues, de mencionarse mi nombre, debería ser por haber practicado las acciones oportunas conforme a la ley; teniendo en cuenta además que dichas irregularidades se habrían iniciado con anterioridad a mi llegada a esta representación. Utilizar mi nombre de otro modo, no puede entenderse más que en deterioro de mi honorabilidad y de la verdad.— Federico Trillo-Figueroa. Embajador de España en Londres.