El ‘revival’ de la voz de Asia

A unos 40 kilómetros de Taipei se encuentra el cementerio privado Chin Pao San, lugar donde reposan los restos de algunos de los nombres ilustres de Taiwan. El silencio del sitio se rompe a pocos metros de la entrada al camposanto, donde se ubica la tumba de Teresa Teng. En el parque-mausoleo dedicado a la cantante habitan un piano, una estatua dorada, su nicho y un eterno bucle musical con sus canciones. “Aquí viene gente de China continental, Japón, Hong Kong o Singapur para rendir tributo a Deng Lijun —nombre chino de la artista—”, cuenta Lian Weixiong, vigilante del lugar. Con temas en mandarín, cantonés, japonés o inglés, Teng alcanzó algo que pocos intérpretes consiguieron en Asia durante aquella época, la fama a lo largo de todo el continente.

Las celebraciones para recordarla cuando se cumplen 20 años de su muerte, a causa de un ataque de asma, se suceden a lo largo de este año en todo el continente. Teng tenía entonces 42 años. Se acababa así la vida de la diva asiática, dejando un legado de ventas millonarias, un museo, fundaciones e incluso un asteroide con su nombre, 42295 Teresateng.

Sempiterna acompañante de los estudiantes —sus canciones se utilizan en la enseñanza del mandarín— y buque insignia de los KTV (karaoke), Teng se ha convertido en un símbolo de la cultura oriental contemporánea. Recientemente Jon Bon Jovi versionaba su tema, La luna representa mi corazón, dando cuenta del peso que todavía tiene la cantante.

Deng Lijun llegó al mundo en 1953 y 17 años después logró el éxito con canciones como Aeropuerto o La luna... Ésta última se convirtió en un boom en la República Popular China a finales de los 70, coincidiendo con la apertura al exterior del gigante asiático. A pesar del férreo control que las autoridades dispensaron para evitar la propagación de sus temas —considerados como “individualistas” y “sensuales”—, la difusión de sus melodías en el lado continental fue total.

El estilo de Teng se convirtió en un referente de la época y se ha extendido hasta nuestros días. Habitual de la prensa rosa, la intérprete —que nuca llegó a casarse— mantuvo relaciones con algunos de los nombres más famosos del momento. El actor Jackie Chan confirmaba hace poco en una autobiografía el affair que vivió con ella; “la separación fue lo mejor que nos pudo pasar, teníamos personalidades muy diferentes” comentó.

Consciente de la delicada situación política de Taiwan y la constante amenaza que suponía la República Popular China para su patria, Teng se convirtió en uno de los instrumentos propagandísticos con más tirón. En enero de 1984, durante un concierto se atrevió a saludar a dos militares desertores del Ejército Popular de Liberación. El recital fue grabado y editado junto a proclamas gubernamentales, para ser difundido en el lado continental. “Este es un país libre”, le decía Teng al New York Times.