Verano, temporada alta de ruido
Igual que nos concienciamos de los efectos nefastos de la contaminación atmosférica, es necesario conocer los de la acústica

Madrid, julio de 2015. 23.45 horas. 28 grados. El calor no da tregua ni a la hora de dormir. Los más afortunados presumen de aire acondicionado; el resto se conforma con abrir ventanas y dejar correr el escaso aire. Hasta que a alguien se le ocurre hacer tertulia en el portal, poner la tele a todo volumen o tocar el claxon… Entonces, con ventilador o sin él, no queda más remedio que bajar las persianas y cerrar a cal y canto.
Suele asociarse a problemas de civismo y es habitual poder localizar al agresor y al agredido César Asensio, experto
Cada uno tiene una apreciación subjetiva de lo que resulta molesto en cuestión de ruidos. César Asensio, experto del Grupo de Investigación en Instrumentación y Acústica Aplicada de la Universidad Politécnica de Madrid, cree que deberíamos distinguir entre ruido agresor y contaminación acústica. El primero lo hemos sufrido todos en alguna ocasión: los ladridos de un perro, la alarma de un coche… “Suele asociarse a problemas de civismo y es habitual poder localizar al agresor y al agredido. Sus efectos se notan a corto plazo y desaparecen cuando cesa el sonido. La contaminación acústica va más allá de nuestra subjetividad. Sus efectos se observan tras largos periodos de exposición al ruido, está ligada a la industria y el transporte, y, aunque a veces pase inadvertida, puede provocar problemas de salud”, añade el experto.
La Organización Mundial de la Salud ha calificado el ruido como uno de los principales agentes contaminantes en nuestra sociedad: impide descansar, estresa, deprime… Puede ocasionar pérdida de la capacidad auditiva e incluso, de forma indirecta, problemas cardiovasculares, obesidad o diabetes. Sin embargo, pocos ciudadanos son conscientes de lo dañino que puede ser. “Las evidencias científicas tardan en calar en la sociedad. Pasó con el cambio climático y, en esto, sucede algo similar. Se tiene la sensación de que el ruido solo produce efectos en la audición y que, más allá de eso, solo es un contratiempo que afecta a los quisquillosos”, asegura Asensio.
Las noches estivales son especialmente complicadas para quienes sufren este problema. ¿Por qué de día somos más tolerantes? Según el investigador de la Politécnica, en realidad “tiene que ver con la actividad que realicemos en horario diurno. Pero, de noche, el ruido nos deteriora, a todos, la calidad de nuestro descanso o acorta las horas de sueño, lo que afecta a nuestro bienestar a muy corto plazo”. Tengamos también en cuenta que la sensación de molestia viene determinada tanto por factores acústicos (intensidad del ruido, duración, frecuencia…) como por factores no acústicos: el origen del ruido, las expectativas que generamos en torno a él o la sensación de injusticia o desamparo al padecerlo.
La clave para romper esta situación es la sensibilización. Igual que nos concienciamos de los efectos nefastos de la contaminación atmosférica, es necesario conocer los de la acústica. También es preciso saber la percepción de los ciudadanos al respecto. Por eso, el Grupo de Investigación en Instrumentación y Acústica Aplicada ha iniciado una encuesta nacional (ruidourbanoupm.questionpro.com) cuyos datos ayudarán a crear entornos más habitables. Además de participar en ella, podemos luchar contra el ruido en nuestra vida cotidiana visitando el mapa de ruido de nuestra ciudad, quejándonos a las Administraciones, eligiendo electrodomésticos silenciosos, instalando ventanas que aíslen del ruido exterior, paredes que impidan escuchar al vecino, ascensores o aire acondicionado que no perturben… ¡Y poniéndonos en lugar del otro a la hora de subir el volumen de la televisión!
elpaissemanal@elpais.es
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El Tribunal de Justicia de la UE condena a España por incumplir la normativa europea sobre aguas residuales urbanas
El pleno del Ayuntamiento de Barcelona señala el “fracaso” del gobierno de Jaume Collboni en la gestión del sinhogarismo
Avisos naranjas en cuatro comunidades y un fin de semana de lluvias, nieve y frío invernal
María Guardiola alienta la idea del pucherazo en Extremadura tras 48 horas de silencio: “El derecho a votar se ha hurtado”
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16
- Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH: “Hoy rompo este silencio tan doloroso”




























































