Transfuguismo ideológico

A la vista de las mudanzas que está sufriendo el ideario de Podemos en poco menos de un año, cabe recordar el pronóstico que hizo el decano de la Facultad de Políticas de la Complutense y director de las tesis doctorales de Iglesias y Errejón en una entrevista publicada en EL PAÍS en noviembre pasado. Afirmaba el decano que “si para lograr sus metas Podemos tiene que cambiar de discurso, lo hará”. Pronóstico que adquiere una clarividente verosimilitud si nos remontamos unos años atrás y encontramos en esa misma facultad escraches liderados por dichos dirigentes contra políticos españoles democráticamente elegidos, al grito de fascistas, y entusiastas acogidas a Hugo Chávez o al delegado especial de Corea del Norte.

Si a ello añadimos la imagen de Iglesias haciendo un regalo a su cuestionado Rey, la práctica desaparición de los círculos emergentes del ilusionante 15-M, el abandono de la renta mínima universal, la jubilación a los 60, la renuncia al impago de la deuda, etcétera, en un raudo viaje hacia posiciones de centralidad en el arco político parlamentario, cabe preguntarse si, una vez alcanzada su meta de “encastarse” en él, dada la ductilidad demostrada para acomodar su ideario (o camuflarlo) en tan corto periodo, seguirán ejerciendo cuanta pragmática mudanza ideológica consideren pertinente (o les sea requerida) para mantenerse en él, dejando en el camino tantas esperanzas y tantas ilusiones puestas en Podemos.— Francisco Sánchez Pérez.