La vida en juego

Muchas veces me pregunto el porqué de algunas decisiones gubernamentales, como es la que se ha tomado recientemente a propósito de la hepatitis C, un tema que está siendo noticia menos de lo habitual en proporción con el número de personas que padecen la enfermedad. No suelo escribir cartas al director, pero quisiera mencionar el caso de un amigo mío que padece esta insuficiencia hepática, y que ha tenido que pasar un mes sin saber si podría medicarse o no para seguir con vida, hasta lograr hace un par de días que se le concediera un Sovaldi, la medicación que podría curar su enfermedad. Pero esto no acaba así, porque todavía no ha llegado la medicación y sigue en riesgo de muerte. A pesar de esto, mi amigo ha tenido suerte, porque el Gobierno solo provee, o puede proveer, esta medicación a un número determinado de enfermos en España. El Gobierno y el Ministerio de Sanidad deberían hacer cambios más serios si les es posible, porque esta situación, aunque pocos la conozcan, es más seria de lo que parece.— Álvaro Casero.