Problemas posturales
Sáenz de Santamaría se carga de razón como otros se cargan de espaldas, por mero hábito


He aquí a la vicepresidenta del Gobierno cargada de razón. Sáenz de Santamaría se carga de razón como otros se cargan de espaldas, por mero hábito. Un problema postural, que diría mi fisio. Si te acostumbras a levantar los brazos, con las manos en gesto de defensa, al tiempo de forzar los músculos orbiculares hasta que los ojos amenacen con escaparse de las cuencas, todo lo que salga de tu boca parecerá de sentido común. En otras palabras: no sé de qué me está usted hablando, me ofende en mi amor propio, dejemos actuar a las instituciones, no insista, estamos a disposición de lo que los jueces nos soliciten, somos los primeros interesados en averiguar quién pagó las obras de Génova, observe mi boca de piñón (y de opinión), la pongo así, mire usted, cuando me contengo frente a una calumnia, le exijo que retire lo que acaba de decir, deje de pronunciar inconveniencias contra el Gobierno, el Gobierno que ha sacado a España de la crisis… Y todo así de forma sucesiva.
La foto fue obtenida el viernes 31 de octubre, tras un Consejo de Ministros en el que no hablaron de la corrupción, que estaba en su apogeo (en el caso de que tenga momentos de decadencia). Significa que fue un Consejo de Ministros marciano. Estamos acostumbrados a esos Consejos, sobre todo por la información que se nos da de ellos en la rueda de prensa posterior. Aquí tienen ustedes a la vicepresidenta cargada de razón frente a un país perplejo por la soltura de sus dirigentes. Cabe, como decíamos arriba, que se trate de un problema postural que un buen fisio le arreglaría en un par de sesiones
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