Corrupción e impuestos

En el día a día, viviendo como ciudadano de a pie y no como político privilegiado es como se entiende el hartazgo de la ciudadanía hacia la clase política. Y preciso “clase” y no “casta” como dicen algunos, porque habrá de todo: la casta y los honrados que, por disciplina de partido, son unos mandados y al final solo les queda oír, ver y callar.

Joven, emprendedor, autónomo y me dicen en Hacienda que me toca pagar. Poco, pero a pagar, por hacer bien las cosas. Y un funcionario me da la razón de que al final “pagan justos por pecadores”. Y, entre otras cosas, en la declaración del IVA del pasado año no me han tenido en cuenta lo pagado en las facturas telefónicas porque no puedo justificar cuánto ha sido para mi actividad profesional y cuánto para mi uso particular. Me viene a la memoria un reportaje en el que Marta Nebot preguntaba a los diputados cuántas llamadas de trabajo y cuántas personales hacían desde el teléfono pagado por el Congreso, pagado por todos. Ninguno pudo negar que hacían llamadas personales. Así que les pido que me expliquen cómo lo justifican al Congreso para que yo pueda hacer lo mismo con Hacienda, aunque aparentemente lo tengo más fácil porque mis facturas son por el importe mínimo contratado. ¿Facilidades a los jóvenes? ¿Apoyo a los emprendedores? No me hagan reír.— Alfonso López Ruiz.