Un jardín en casa

Una escalera hacia el paisaje, así es como funciona esta vivienda que el estudio de Makiko Tsukada ha levantado en Yokohama (Japón). Con forma triangular, para adaptarse al solar, la vivienda escala en una sucesión de voladizos cubiertos de césped para llevar las vistas desde el interior de la vivienda y la propia fachada de la casa a unirse con la vegetación de los parques de la colina.

Son dos los jardines incorporados a la arquitectura de la vivienda. El primero flota sobre el garaje en un voladizo que funciona a la vez como visera para la casa y como capa de aislamiento rebajando la temperatura cuando azota el sol. Ese jardín doméstico sobre la primera cubierta es accesible desde la sala de estar y, además de verde, lleva luz –al no haber nada construido en él- al salón. El segundo jardín crece sobre la cubierta de ese salón y, además de ampliar las vistas como el primero, sirve de aislante para esa estancia tanto en verano como en invierno.

El interior de la casa remite, intencionadamente, a una cueva. La razón, explica el arquitecto, fue la de proteger la intimidad de los habitantes concentrando la iluminación natural en la fachada y en el baño. La casa está forrada de madera por dentro y preparada, con refuerzos estructurales, para soportar movimientos sísmicos. Tsukada habla de buscar una relación más fresca entre vivienda y ciudad y describe su propuesta como “una cueva urbanizada” de 97 metros cuadrados.