Adiós a un valiente

Me he emocionado, estremecido y sobre todo identificado con el testimonio de José Luis Sagüés el día 9 de febrero en las páginas de sociedad: Quiero morir porque amo la vida. Apoyo totalmente su decisión, animo a la ONG DMD a que sigan con esta gran labor. El mismo derecho que le asiste a una mujer a interrumpir su embarazo, creo que le asiste a la persona que desea interrumpir su vida cuando esta deja de ser digna; cuando la degradación es tan grande “que ya ni siquiera alcanzas a levantarte”, palabras de José. Ese es el momento en el que te debe amparar la ley haciendo que esta decisión sea un derecho. José, a su mujer y demás familia le ha dejado algo más que una pensión, les ha dejado el mejor de los legados: amor, valentía y dignidad; sin los cuales casi podría decir que la vida no merece la pena vivirla. Soy un enfermo con igual diagnóstico que el suyo, pero de momento con mejor fortuna, por eso es mi obligación transmitir un mensaje de esperanza y saber que gracias a la sanidad pública que tenemos, y no el “sistema que no permite pensar”; debemos luchar con esa gallardía y valentía que José ha tenido, sabiendo recibir con serenidad el momento del adiós.— José E. Perdomo García.