Nada nos extraña ya

Ha llegado un momento en que no podemos ya extrañarnos de las decisiones del gobierno sin pudor. Ahora la judicatura sufre un revés total, algo ya muy temido desde que Gallardón es ministro, por lo cual desaparece la justicia universal y la fiscalía actúa como portavoz del gobierno. Esto último es algo que se viene observando desde que la corrupción desfila a diario por algunos medios de comunicación, aquellos en donde aun el gobierno tiene dificultades para censurar todas sus páginas. En muchos ya lo hace indirectamente. Ahora parece que nos erigimos en defensores también de la corrupción china de sus líderes para no perjudicar las transacciones comerciales. Algo que, supongo, herirá mucho la sensibilidad del ministro por aquello de que en aquel país se obliga al aborto.

Pero volviendo al tema jurídico yo no acabo de entender cómo algunos jueces que supongo con gran profesionalidad no acuden ya a Bruselas a contar lo que ocurre con la justicia en este país totalmente anulada para las personas de a pie que ya no podremos acudir a ella en caso necesario por unas tasas prohibitivas y porque, con todo lo que se ve, es absurdo acudir a ella, obviamente porque solo se ganará algo si se acude a un abogado carísimo. Triste país en donde nadie siente pudor ni vergüenza para gobernar a toda costa.— César Moya Villasante.