Un escándalo homófobo acaba con el último programa de Alec Baldwin

La boquita de Alec Baldwin le ha costado su último trabajo, ahora que el actor y la cadena MSNBC han llegado “de mutuo acuerdo” a la cancelación de su nuevo programa de entrevistas Up Late with Alec Baldwin. Así lo han confirmado tanto portavoces del actor como de la cadena después de que el programa fuera suspendido tras los comentarios homófobos que profirió el intérprete de Rockefeller Center contra un reportero gráfico que estaba sacando fotos de su familia. “Confirmamos de forma conjunta que el programa Up Late no continuará en MSNBC”, indica el comunicado, que pone así fin a una larga lista de rumores en los que se hablaba de que el actor había sido despedido.

Según el periódico New York Post, la marcha de Baldwin y la cancelación de su programa también estuvo relacionada con su comportamiento “propio de una diva” en la corta vida de esta nueva aventura televisiva del actor. Entre otras informaciones publicadas en prensa estadounidense se subrayan las exigencias excesivas del intérprete, que quiso un camerino para él solo aunque eso significara que se lo tenían que quitar a una mujer con cáncer, incapaz de respirar restos de laca de pelo.

Up Late ha sido cancelado durante dos semanas después de los improperios que Baldwin profirió contra un fotógrafo de Nueva York, incidente que el actor inicialmente negó, hasta que se hizo pública una grabación en la que se escuchaban sus palabras. Aun así, el exmarido de Kim Basinger acusó el miércoles al "ala integrista de los defensores de los derechos de los homosexuales” de su nuevo escándalo. En concreto, culpabilizó al portavoz de la asociación en defensa de los derechos de los homosexuales, lesbianas y transexuales, Rich Ferraro, y al escritor Andrew Sullivan de esta "campaña", que acabó con su nuevo trabajo. El actor discutió las palabras exactas utilizadas contra el fotógrafo y responsabilizó a estas dos personas de la cancelación de su show, aunque añadió que también le correspondía asumir su propia responsabilidad.

Los arrebatos de furia de Baldwin han sido conocidos durante años, ya sea contra los paparazzi, su propia familia -tras el complicado divorcio de Basinger y la batalla por la custodia de su primera hija, Ireland, o, más recientemente, en un avión donde no quiso apagar su teléfono. Sin embargo tanto su fama como su carrera pasan por uno de uno de sus mejores momentos. Protagonista junto a Cate Blanchett de Blue Jasmine, la última película de Woody Allen, el actor se ha hecho merecedor de grandes halagos por parte de la crítica.

Sin embargo, a Baldwin tampoco le han faltado aliados, como la también polémica presentadora de televisión Joan Rivers, que criticó en público los excesos de la corrección política tras el fin del programa del actor. Al mismo tiempo, diversos comentaristas han reconocido los excesos verbales del actor, pero han pedido al público que no se olvide de su labor a lo largo de los años en defensa de los derechos de los homosexuales y del matrimonio gay.