Conferencia socialista

Tras ocho meses de intensa conversación con los ciudadanos, el PSOE celebra este fin de semana una conferencia política a la que están llamados todos los progresistas para construir juntos un nuevo proyecto político. Es un ejercicio inédito que ojalá se atrevan a seguir el resto de formaciones. Como tantas veces, los socialistas somos en esta ocasión pioneros a la hora de responder con profundidad a quienes reclaman cambios profundos, también en la calidad democrática y de los partidos.

Por eso quisiera despejar algunos recelos recogidos ayer en dos cartas publicadas dentro de esta misma sección, que acusan al PSOE de haber apartado del debate de la conferencia las denominadas cuestiones orgánicas, aquellas que atañen al funcionamiento y estructura de nuestro partido. Nada menos cierto.

Basta repasar la ponencia que servirá de base para el debate —un texto que es público y está elaborado con miles de aportaciones nacidas dentro y fuera del PSOE— y comprobarlo. En paralelo a otras cuestiones medulares, los socialistas abordaremos en esta cita con valentía y sin sordina todas las reformas necesarias para ser el partido abierto que la sociedad reclama y necesita. Así, cuestiones como el procedimiento de primarias —somos el primer partido en aprobar la celebración de primarias abiertas, cunda el ejemplo—, la elección directa del secretario general o las nuevas formas de militancia y participación en el PSOE sí estarán presentes, muy presentes, y sometidas a debate, análisis y discusión en este encuentro.

La conferencia política es también un grito contra los tópicos. Hemos trabajado sin prejuicios y por eso cabría pedir que cualquier aproximación a su contenido se despoje también de ellos.— Óscar López, secretario de Organización del PSOE.