Las declaraciones del alcalde de Baralla

Está demostrado que el dictador Franco, sus oficiales y otras células falangistas locales persiguieron y ejecutaron a miles de personas por razones ideológicas en pueblos y ciudades. Fue durante la guerra y también después, algunos huesos siguen esparcidos en cunetas. Es sabido también que durante la larga dictadura las condenas se hicieron sin garantías procesales, así lo reconoce la propia Ley de la Memoria Histórica.

Asimismo, las hemerotecas tienen registrado que la guerra, provocada por el dictador contra un Gobierno salido de las urnas, culminó con miles de muertos en el propio campo de batalla. Tras la victoria, con la ayuda nazi, los golpistas encarcelaron, torturaron y mandaron hacia los campos de trabajos forzados a personas no afines al régimen. Además, la debacle de la contienda mandó al exilio a otras tantas personas, algunas de las cuales jamás pudieron reunirse con sus familias.

Dicho esto sería de interés que la Fiscalía de Lugo, o la del Estado, investigara si las palabras de Manuel González Capón, del PP, bajo los micrófonos de la Diputación de Lugo señalando que los condenados a muerte “se lo merecían”, son consecutivas de delito. De ser así y demostrarse que efectivamente hubo delito, sería menester condenar y apartar a dicha persona para siempre de cualquier cargo público. No hace falta decir que como político debería dimitir de inmediato.— Joan Ventura Planella.