Si Wert fuera brasileño

Esta entrada ha sido escrita por nuestro colaborador habitual Asier Hernando.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, antes de la reunión con los consejeros de las comunidades autónomas. /ÁLVARO GARCÍA
Si Wert fuera brasileño lo tendría muy difícil para ser Ministro, por lo menos con el actual Partido de los Trabajadores, pero si por casualidad lo lograra y tomara las mismas medidas que en España, entre ellas incrementar el pago por comedor en los colegios, habría tenido que pedir disculpas por tanta insensatez y dimitir ipso facto.
Brasil ha conseguido sacar de la pobreza a 40 millones de personas los últimos 10 años, es un ejemplo internacional tan importante que sus políticas serán adoptadas como modelo por el Banco Mundial y Naciones Unidas. En España, sin embargo, se han incrementado hasta los 2.200.000 de niños y niñas que actualmente la sufren, como nos recordaba Marta Arias en una excelente entrada en este blog. Es más, se podría llegar a los 18 millones de pobres en una década si continúan las actuales medidas de austeridad. Una referencia mundial de lo que no se debe hacer.
Uno de los programas más exitosos de Brasil para lograr estos impresionantes resultados está siendo el de la Alimentación Escolar, apoyado por la FAO, referencia para América Latina y con la colaboración en su réplica por la región de la cooperación española. Con este programa, 45 millones de alumnos son alimentados 200 días al año, en un país donde las escuelas pueden estar en mitad de la Amazonía o en Mato Grosso (un Castilla pero a lo grande!).
En Brasil el Derecho a la Alimentación fue recientemente recogido en su Constitución -2010- y desde 2009 el Ministerio de Educación tiene la obligación de asegurar la correcta alimentación y prácticas saludables de vida a todos sus alumnos- Ley 11.947/2009 artículo 15-. A su vez, el Estado tiene la obligación de comprar una parte importante de los productos a la pequeña agricultura y contribuir así a reducir la pobreza en las áreas rurales.
El gigante sudamericano considera la alimentación escolar un tema estratégico, y el objetivo del Programa de Alimentación Escolar así lo indica: “Contribuir al crecimiento y desarrollo biopsicosocial, el aprendizaje, rendimiento escolar y a la formación de hábitos alimentarios saludables de los estudiantes, a través de acciones de educación alimentaria y nutricional y el suministro de alimentos para cubrir sus necesidades nutricionales durante el año escolar”. Nada de caridad, nada de asistencialismo y ninguna demagogia como esta perla del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijó: “No financiaremos con dinero de parados el comedor de quien puede pagar”.
Tuve la suerte de conocer hace unas semanas a Najla Veloso, Consultora Principal del Proyecto de Fortalecimiento de Programas de Alimentación Escolar en la América Latina y Caribe (para FAO y Gobierno de Brasil), y le conté que en España los padres tendrán que pagar incluso por llevar la comida de sus hijos a la escuela. Ella no daba crédito, no lo podía creer y me dijo que estaría interesada en viajar a España para contar la experiencia de Brasil. Así que Señor Ministro, por si quiere ir adelantando, aquí le paso el mail de la Sra. Veloso najla.veloso@fao.org
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