Reconversión y relevo

El anuncio del señor Antonio Basagoiti de abandonar la presidencia del PP en el País Vasco, de forma anticipada al congreso de 2015, es un reconocimiento inducido por el incumplimiento de los objetivos propuestos. No es que se haya fracasado, sino sencillamente que los programas diseñados necesitan ser madurados.

Tal vez la precipitación en llevar a cabo la ejecución del programa es lo que haya fallado. Lo cual no significa que él solo sea el responsable. A su alrededor se sitúan toda la junta directiva de la formación política en el País Vasco. Junta que también ha tenido su cuota de participación en la caída de confianza en las últimas elecciones autonómicas. A pesar de ello es de agradecer que alguien en el seno de la política reconozca que su recorrido ha tocado a su fin.

Sé que es duro para un político reconocer que no acierta en conectar con los ciudadanos, pero Basagoiti ha sido valiente. Está dando ejemplo de honestidad, algo que siempre ha tenido como gran virtud. La lección que el presidente de los populares vascos está dando a la clase política debería ser aprendida y puesta en práctica por sus compañeros de dirección.

Ellos han de saber que la honradez es el mejor programa electoral. Basagoiti está escribiendo el programa del PP para los próximos comicios. Él no será candidato, pero los cimientos los está colocando con su dimisión. Si sus compañeros de dirección persisten en continuar dirigiendo el PP del País Vasco la confianza de los ciudadanos no se recuperará. La reconversión en el seno de los partidos es una asignatura pendiente. Si no se aprueba los ciudadanos continuaremos sin confiar en nuestros representantes.— Mercedes Ballesteros Gómez.