Educación pública

Los ataques que recibe la educación pública en las distintas autonomías son constantes. A la reducción de plantilla, de salarios, aumento de ratios, aumento de carga lectiva, etcétera, ahora hay que sumar el drenaje de recursos hacia la concertada. En la Comunidad Autónoma de Aragón el recorte del 15% en el presupuesto se distribuye en un 14% en la pública y solo un 1% en la concertada, haciendo a esta partícipe de programas como el bilingüismo que eran exclusivos de la pública. Sin un aumento de fondos, ello implica la no concesión del programa a los centros públicos.

No obstante, el mayor ataque es el desarrollo de “programas pioneros” que buscan tener mano de obra gratuita. En Aragón se plantea la concesión de créditos a universitarios no titulados por realizar un voluntariado trabajando con alumnos en centros públicos. Esta medida se quiere desarrollar tras haber anunciado un recorte de 90 millones en personal que hace suponer nuevos despidos. Nadie dejaría que un estudiante de 4º de Medicina le operara, pero por lo visto, cualquier persona puede ser docente.

A su vez, y en el mismo contexto, Castilla-La Mancha oferta prácticas no remuneradas para maestros recién titulados o aquellos que lleven tiempo sin trabajar en centros. De esa manera consiguen disimular la precariedad de la situación laboral de los maestros, colocando dos personas en aulas masificadas por el aumento de ratios. Estamos asistiendo a la conversión de la educación pública en beneficencia.— María Cañete Barcenilla.