La ley es igual para todos

El proyecto Eurovegas llega cargado de polémica desde todos los ángulos por donde se mira. Sus opositores comenzaron el debate alegando que un proyecto de este tipo fomentaría la ludopatía, el blanqueo de capitales y el comercio sexual. A esto le siguió la apreciación económica de si su construcción será financiada por los bancos españoles y qué supondría para el país. En los últimos días el debate se ha centrado en si se podrá fumar o no en el interior del recinto. Hace unos años miles de hosteleros invirtieron en sus locales para que se pudiera fumar. A los dos años, dicha inversión no les sirvió de nada: la ley fijó que no se podía fumar, y no había nada más que decir. El debate aquí no es si se puede fumar o no. El verdadero debate es si puede modificar una ley sólo porque un empresario lo requiera. En cualquiera de los casos, parece que este debate beneficia a Eurovegas. En el mejor escenario obtendrían una excepción a la norma, muy lucrativa para su negocio. En el peor, por lo menos consiguen éste tema eclipse a las voces que se preocupaban por las repercusiones sociales del proyecto. Desde mi punto de vista la respuesta debería ser clara. La ley es igual para todos. Si ésta dice que no se puede fumar en lugares cerrados, no hay más que hablar. Deberíamos pasar página rápido y centrarnos en otras áreas más complicadas, y que de verdad merecen una atención detallada.— Jessica Egea. Barcelona.