Sombra, ventilación cruzada y tradición puesta al día

FOTOS: Cedidas VIIIBIAU (Estudio J.E. Cubilla)

La casa del Pescador, junto al río Tebiruray, en Paraguay, es una vivienda-cofre que recoge la tradición de emplear lógica, materiales del lugar y medios sencillos para levantar una vivienda sostenible. Este año ha recibido uno de los premios de la VIII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo.

El arquitecto José Eduardo Cubilla la levantó en Villa Florida (Misiones) a partir de la idea tradicional de dedicar al quincho, o la parrilla, el lugar prominente de la casa. Así, con acceso y quincho en un mismo corte, la casa es poco más que un prisma de ladrillos con estructura de hormigón. Los muros carecen de juntas de cemento para facilitar la ventilación cruzada y las maderas de los encofrados de la estructura fueron reutilizadas para fabricar los cerramientos que, junto a las paredes abatibles de obra montadas sobre estructuras metálicas, cierran la casa como un cofre cuando esta no se utiliza.

Austeridad, solidez, tradición y lógica constructiva hacen que la vivienda se beneficie del clima y se integre en el lugar no sobrepasando la altura de los árboles y, muy al contrario, beneficiándose de la sombra de los yuyra pyta que crecen en esa orilla.