Las mejores playas del Cantábrico

Asturias, Cantabria y el País Vasco ofrecen cientos de kilómetros de costa verde y abrupta. Y un clima suave y templado para pasar un verano fresquito. Al abrigo de los acantilados y enmarcadas entre verdes prados aparecen playas deliciosas y solitarias. También algunas de las mejores playas urbanas de España. Estas son algunas de mis favoritas. Como siempre, son todas las que están, pero no están todas las que son. La lista sería infinita y esto es un post, no una enciclopedía. ¿Cuál añadirías tú?

1. Aguilar (Muros de Nalón, Asturias). La estrecha cinta de asfalto de la carretera de Muros a Cudillero separa como un trazo de grafito el verde intenso del bosque y el dorado suave de la arena de esta playa embutida entre montañas. Cuando sube la marea queda en medio un peñón rocoso aislado, como una isla en miniatura.

2. A Mixota (Tapia de Casariego, Asturias). Casi a mitad de camino entre Tapia de Casariego y Castropol; es una playa pequeña y salvaje y sin ningún servicio muy popular entre los nudistas. Está partida en dos por un curioso islote y en bajamar parece una prolongación de la de Serrantes.

3. Arnao y Penarronda (Castropol, Asturias).Las más famosas del concejo de Castropol, en la desembocadura de la ría del Eo. Arnao ofrece su abrigo al nordeste, el viento predominante de la zona, por lo que aunque tiene poco servicios, es muy popular en verano. Penarronda es famosa entre los surferos. Tiene un camping y un par de bares.

4. Barayo (Navia / Valdes, Asturias). Marismas, dunas, pinares, salinas y cañaverales. Nada parece faltarle a una de las playas más agrestes del Principado, formada por la desembocadura del río homónimo. Hay que caminar unos 30 minutos desde donde se deja el coche, lo que ayuda a su preservación.

5. Silencio (Cudillero, Asturias). Nada hace presagiar que de repente la rasa verde se va a hundir para dejar, acurrucada entre inhiestos acantilados de piedra amarilla, una cala resguardada y sorprendente, sacada de la chistera de un mago. El Silencio es una playa atípica: canto grueso en vez de arena, compleja aproximación y el horizonte cerrado por los altos cantiles.

6. San Lorenzo (Gijón, Asturias). Una de las mejores playas urbanas de España y símbolo de Gijón. Kilómetros y medio de suave sílice dorado, con buenos servicios y una alta ocupación. El escaparate hacia el Cantábrico de una ciudad que nació y sigue viviendo abocada al mar.

7. La Vega (Ribadesella, Asturias). Su fácil acceso desde Berbés y su gran extensión (1,5 km) la hacen muy popular, aunque difícilmente se satura de bañistas. Muy salvaje y natural, La Vega está declarada Monumento Natural. Dispone de servicios y de un par de restaurantes.

8. Ballota (Llanes, Asturias). Siempre me es difícil elegir una sola playa de Llanes; hay tantas y tan buenas (Toró, Torimbia…). Pero si hay que quedarse con una me quedo con esta media luna verde y dorada. Una pista de tierra recién abierta la hace más humana, más domesticada. Pero si quitamos este detalle, nada empaña la belleza de una de las playas más salvajes y radiantes del Oriente asturiano.

9. La Franca (Rivadedeva, Asturias). Confinada entre acantilados y bosques, La Franca es una playa recogida y muy natural, a pesar del hotel y el camping que la preceden. La bajamar deja al descubierto un playazo interminable de arena blanca y fina. De fácil acceso, cuenta con un gran aparcamiento.

10. Langre (Ribamontán al Mar, Cantabria). Un semicirco de acantilados rodea este arenal, increíblemente bello y solitario, ya que la fiebre del ladrillo no llegó a esta zona. Es muy frecuentada por surfistas.

11. Berria (Santoña, Cantabria). De las playas más bonitas y desconocidas de Cantabria, aunque curiosamente en uno de sus extremos se ubique el enorme complejo penitencial de El Dueso. Tiene algo más de dos kilómetros de suave arenal dorado y uniforme enmarcado por sendas penínsulas rocosas.

12. La Salvé (Laredo, Cantabria). Si hubiera que elegir el frente dunar más impactante de Cantabria este playazo de Laredo tendría muchas papeletas para salir elegido, pese a que tiene un paralelo otro frente, pero de ladrillo y cemento. La playa, un paisaje abierto y diáfano que en marea baja parece prolongarse sin fin, se ubica en la margen derecha de la ría del Treto.

13. Playa de Oyambre (San Vicente de la Barquera). Uno de los espacios privilegiado del litoral cantábrico. La playa forma parte de un conjunto de zonas intermareales y frentes dunares en la ría del mismo nombre, rodeadas aún con zonas de praderías y bosques de frondosas autóctonas.

14. El Sardinero (Santander). La playa urbana por excelencia, y una de las mejores de España de estas características. Zona chic del Santander decimonónico. Las fachadas blancas y modernistas de El Sardinero son aún la imagen emblemática de la capital cántabra.

15. Los Locos (Suances). Tiene medio kilómetro de excelente arena dorada y fina. Está muy abierta al mar por lo que suele tener buen oleaje y es frecuentada por surferos. Rodeada por una muralla de piedra y verdes prados. Hay que bajar un fuerte desnivel para llegar a ella.

16. Laida (Gernika, Vizcaya). Laida es una playa mutante. Cada año, cada mes, cada temporada varía de tamaño y superficie porque está sujeta a las mareas que drenan la ría de Urdaibai. Un sitio encantador para ir en marea baja donde la arena dorada contrasta con el verde de los prados de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

17. La Concha (San Sebastián, Guipúzcoa). Símbolo de distinción y vacaciones elegantes desde que se inventaron los “baños de ola”. La Concha es el escaparate costero de Donosti, el desahogo diario de una ciudad que parece hecha para disfrutar la vida.