Se vende la pinacoteca de Liz Taylor

Hasta su muerte estuvieron colgados en el salón de su casa de Los Ángeles, pero Elizabeth Taylor acaba de perder sus tesoros artísticos más preciados. Tres cuadros, de Van Gogh, Degas y Camille Pissarro, han sido vendidos por casi 17 millones de euros tras ser subastados por la prestigiosa casa Christie’s. El más caro, que alcanzó un precio de 12,1 millones, fue Vue de l’asile et de la Chapelle de Saint-Remy, del pintor holandés, que, por sí solo, casi duplicó las expectativas de lo que los expertos esperaban recibir por las tres obras; unos siete millones y medio.

El cuadro de Van Gogh había sido adquirido por el padre de la actriz, un reputado marchante de arte llamado Francis Taylor, en 1963. En aquel momento, Taylor pagó por la obra la razonable suma de 110.420 euros. Tal como dice su nombre, el cuadro muestra la vista que tenía el pintor holandés desde la habitación del asilo en que pasó los últimos meses de su vida. Las otras dos representaciones pictóricas –un autorretrato del francés Edgar Degas en su juventud y un amplio paisaje de Camille Pissarro– se vendieron respectivamente por 856.000 y 3 millones y medio de euros.

“Los resultados excepcionales que han alcanzado estas tres obras de arte son una prueba más de la sofisticación y la experticia que poseía Elizabeth Taylor como coleccionista de arte”, declaró el director de Christie’s Américas, Marc Porter, quien también valoró el altísimo precio que ofreció un comprador anónimo por la importante obra de Van Gogh, “una pieza profundamente bella que pertenece a uno de los puntos álgidos de creatividad en la carrera del artista”.

La puja, celebrada en Londres la noche del martes, forma parte de la serie de subastas que se han llevado a cabo a ambos lados del Atlántico y en la que ya se han vendido algunas de las joyas más valiosas de la actriz, fallecida el pasado 23 de marzo. La segunda parte de la venta de la colección de arte de la diva de Hollywood se realizará la noche del miércoles. En ella se ofrecerán otras 35 piezas pertenecientes a la herencia pictórica de la actriz, entre cuyos autores se cuentan Miró, Renoir, Utrillo y Van Dongen.