Arenas y Rejón rememoran la 'pinza' en Baena

El presidente del PP, Javier Arenas, se ha encontrado hoy, minutos antes de participar en Baena (Córdoba) en un acto de campaña electoral, con el excoordinador de IULV-CA, Luis Carlos Rejón, con el que protagonizó entre 1994 y 1996 el "bienio de la pinza" contra el Gobierno de Manuel Chaves.

El encuentro se ha producido a las puertas del Hotel "La Casa Grande" de Baena, donde Javier Arenas ha celebrado un acto junto a la candidata del PP a la Alcaldía de este municipio, Amalia Cabello, en la quinta jornada de campaña de los populares para las elecciones municipales del 22 de mayo.

En el momento en el que Arenas se disponía a entrar por la puerta del hotel, Luis Carlos Rejón paró su coche en medio de la carretera, se bajó y saludó efusivamente al líder del PP, con el que mantuvo una corta conversación, ante la paciencia de los conductores que precedían al vehículo parado de Rejón.

Arenas, vestido con traje de chaqueta y corbata azules, y Rejón, con una camisa blanca y un pantalón beige, mostraron en todo momento una gran complicidad en sus gestos, algo que no ocultaron ante una nube de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, que esperaban al líder popular en las puertas del hotel.

Tras la breve charla, el presidente de los populares andaluces se introdujo en el salón en el que se celebraba el acto y donde le esperaban cientos de militantes y simpatizantes, mientras que Rejón cruzó la vía y se acercó a su vehículo, que se encontraba con la puerta del piloto aún abierta y delante de otros conductores cuya paciencia aún no se había colmado.

Al comienzo de su intervención, Arenas expresó su alegría por estar en Baena -algo que de manera educada dice en cada uno de los municipios que visita-, pero en esta ocasión, y sin citarlo, reconoció que la satisfación que le había producido encontrarse a un "amigo" en la puerta al que le había dado "un abrazo".

En ese momento, probablemente Luis Carlos Rejón ya se encontraba en el hotel rural que regenta desde que abandonó la política, ajeno al "ruido" de la campaña electoral y acompañado por el mismo silencio respetuoso que minutos antes le brindaron los conductores que le permitieron saludar a "su amigo".