Gimnasia mental para niños

Los niños aprenden lo que es la arquitectura cuando ven surgir un gimnasio junto a su patio de recreo en poco más de medio curso escolar. También cuando se preguntan por qué su gimnasio está forrado con paneles de madera y policarbonato y encerrado entre chapas de acero y una malla de simple torsión.

El gimnasio 704, encargado por el Ayuntamiento de Barberá del Vallés al colectivo H Arquitectes, está construido con una estructura de madera prefabricada y con sistemas climáticos pasivos. El plazo breve de su construcción, seis meses, y el revestimiento exterior, de paneles de policarbonato, contribuyen al ahorro energético. Tal vez por eso el proyecto quedó entre los 24 finalistas elegidos por la Fundación Caja de Arquitectos para su muestra Arquia Próxima, que expone los mejores trabajos de los arquitectos españoles más jóvenes.

Dos meses para idear el proyecto y seis para construirlo. Con esos plazos, David Lorente, Josep Ricart, Xavier Ros y Roger Tudó –del colectivo H Arquitectes- se decantaron por la prefabricación. El gimnasio es así un volumen prismático, deformado por la pendiente de la cubierta –que oculta la rampa de acceso- y por un porche en esquina que contiene el acceso a la sala y a los vestuarios. El volumen del gimnasio está adosado al muro de contención de la rampa para evitar hacer sombra al antiguo patio y pista de juegos y, además, para permitir el acceso a las instalaciones durante el fin de semana, cuando el colegio permanece cerrado pero las instalaciones deportivas pueden rentabilizarse.

Los arquitectos emplearon un sistema de muros aligerados formados por pórticos trabados por el revestimiento interior de paneles tipo. La fachada exterior de policarbonato aporta luz, protege la madera del edificio y envuelve las instalaciones bajo una membrana de bruma que ayuda a borrar la marca con frecuencia demasiado ostentosa de unas instalaciones de gran tamaño.