Cae una banda que robó hasta 17 kilómetros de cobre en tres meses en zonas rurales de Tarragona

Un bloque de cobre macizo que podría extenderse desde el parque barcelonés de la Ciutadella -en el centro de la ciudad- hasta la vieja terminal del aeropuerto de El Prat, a exactamente 17 kilómetros de distancia. Es el botín valorado en unos 155.000 euros que acumuló una banda desmantelada ahora por los Mossos d'Esquadra tras solo tres meses de "dedicación profesional" a la sustracción de cobre en la provincia de Tarragona. Los detenidos, de hecho, ni tenían empleo ni otra fuente de ingresos conocida al margen de sus golpes y empleaban técnicas de vigilancia y contravigilancia, subrayan los Mossos. La banda se había especializado en el robo del hilo telefónico y ha causado a la empresa estatal de este sector pérdidas por unos 255.000 euros. Se trata de seis hombres de entre 20 y 38 años procedentes de países del Este que han pasado a disposición judicial del Juzgado de Reus.

La aparente facilidad con que este grupo acumulaba enormes cantidades de metal en poco tiempo ha sorprendido a los Mossos, que la consideran una banda "extremadamente activa" y con un grado de profesionalización atípico en este tipo de delitos, al que suelen dedicarse con mayor o menor fortuna rateros y delincuentes de poca monta, según los grupos desmantelados hasta el momento. En este caso, los robos funcionaban como un engranaje bien engrasado que operaba por la zona rural de las cercanías de Reus. Conocían el terreno a la perfección ya que antes de cometer los robos recorrían caminos y carreteras trazando las posibles rutas de escape, rutas alternativas y la localización de refugios o escondrijos en los que ocultar el material robado.

Preparada la infraestructura, la banda se lanzaba a cortar cables telefónicos con la minuciosidad propia de un sistema de producción en cadena. Primero reducían la extensión de los cables mediante repetidas operaciones para cortarlos; después los escondían en las zonas designadas y esperaban durante días a regresar a por el material. Durante esa espera, realizaban esa misma operación en otras zonas de la provincia. Cuando los escondrijos de cable seleccionados ya estaban repletos de cobre, procedían a la fase de recogida, como si se tratara de una cosecha de metal, según fuentes de la investigación.

Los Mossos señalan que las pesquisas pueden provocar todavía nuevas detenciones. El Juzgado de Reus, por su parte, mantiene la causa abierta al considerar que dada la "alta movilidad" de la banda podrían imputársele otros episodios de robo de cobre.