A diez metros del techo

La Torre de Mutua en Madrid, la más alta de España, ha entrado en la recta final de su construcción, momento en el que sus constructores se enfrentan a "uno de los momentos más complicados de su edificación": instalar la estructura de cristal y metal que coronará el edificio y albergará un jardín de invierno en su interior. Así, se encuentra sólo a diez metros de alcanzar su altura máxima.

Los más de 240 metros de altura en los que se desarrollan los trabajos de instalación del armazón hacen que se convierta en una de las tareas más delicadas de la construcción de la Torre, según informa Mutua Madrileña en un comunicado. Las piezas de metal son ensambladas en la base del edificio y elevadas a 250 metros de altura mediante grúas. Posteriormente, se montan en la estructura definitiva mediante tornillos ocultos, como si fuera un mecano, del cuya instalación se encarga un equipo especializado de 22 personas.

Finalmente se instala el cristal que junto al resto de la fachada le confiere la apariencia de un obelisco tallado. La precisión que requiere el proceso hace que no haya sitio para el error. Cuando el viento supera los 65 kilómetros por hora hay que suspender los trabajos de montaje para evitar dañar el resto de la torre, especialmente durante el proceso de elevación de piezas hasta la cima del edificio.

En el top cien mundial de rascacielos

Con el montaje de la cúpula, la Torre de Cristal-Mutua alcanza su altura máxima, 250 metros de altura, el edificio de oficinas más alto de España, que ya forma parte del top cien mundial de los rascacielos. Su punto más alto está situado a 972 metros sobre el nivel del mar, destaca Mutua.

En el interior de la Torre los trabajos de acondicionamiento, pintura o instalación de suelos y techos, entre otros, marchan a buen ritmo. Las primeras plantas ya cuentan con el aspecto definitivo con el que se comercializarán y el avance de las obras es de una planta por semana.

La superficie total del inmueble, que se construye en la antigua Ciudad Deportiva en Madrid, es de 120.800 metros cuadrados, de los que 76.842 metros son sobre rasante. Los seis sótanos cuentan con una superficie de 44.000 metros cuadrados y permitirán albergar más de 1.200 plazas de aparcamiento.