El Defensor del Pueblo andaluz denuncia presiones a los inmigrantes en Almería

El Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, ha denunciado las "presiones y coacciones" que inmigrantes ecuatorianos y marroquíes alojados en las zonas almerienses de Níjar-Campo Hermoso y El Ejido padecen por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, junto a Policía Local.

Chamizo ha explicado que las Fuerzas y Seguridad del Estado, que "no actúan bajo ninguna consigna del Ministerio de Interior", están "pidiendo documentación e incoando expedientes de expulsión a todos los inmigrantes ecuatorianos y marroquíes desde hace tres o cuatro meses". Según el defensor andaluz, el número de afectados asciende a 40.

"Los agentes van a los cortijos y todo aquel que no tenga documentación es desplazado al cuartel y se le abre un expediente de expulsión", ha añadido Chamizo, quien ha indicado que los empresarios no están implicados. Chamizo ha denunciado estos hechos durante su intervención en los Desayunos de la Prensa de Sevilla, donde ha explicado que la denuncia parte de miembros de organizaciones de inmigrantes "que llevan mucho tiempo en España" y que merecen toda su credibilidad.

Los sucesos de El Ejido

En este sentido, Chamizo ha expresado su "gran preocupación" por lo que califica de "hechos extraños" que ocurren en Almería. Al parecer, se está incurriendo además en una "discriminación", ya que "las coacciones sólo van dirigidas a ecuatorianos y marroquíes, mientras que los inmigrantes del Este no están teniendo problemas". De este modo, Chamizo teme que "si la presión sigue, la tensión y la discriminación pueden provocar sucesos similares a los de El Ejido" en el año 2000.

Ante esta situación, Chamizo ha anunciado que hoy mismo visitará estos municipios y que, tras comprobar la "tensa situación que se está viviendo", se dirigirá a la Subdelegación del Gobierno "para pedir el cese de las presiones", ya que se puede "entrar en una dinámica peligrosa".

El defensor andaluz, que ya estuvo en Almería el martes, pretende estudiar hoy con detalle estas presuntas presiones y saber si son hechos puntuales o una situación generalizada, al tiempo que ha lanzado un mensaje a la policía y Guardia Civil para "que abandonen esa actitud y no caigan en la obsesión de la expulsión".