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Bruselas pide cautela a los cazadores ante la peste porcina para no espantar a jabalíes infectados a otras zonas

Europa sigue de cerca la evolución del brote en Barcelona, donde considera que por el momento las autoridades están siguiendo los pasos correctos

Silvia Ayuso

A los expertos en la peste porcina africana (PPA), que ha vuelto a Cataluña tras tres décadas sin rastro de la enfermedad en España, les da igual que se hallen uno, cinco o cien jabalíes muertos cada día. Lo importante es que sus cuerpos se encuentren en la zona delimitada y no más allá, porque lo contrario significaría que el brote se expande. De ahí que lo fundamental en un momento tan delicado como el actual es no caer en la tentación de acelerar las acciones y, sobre todo, no recurrir a lo que llaman la técnica del kaláshnikov. Es decir, entrar en las zonas infectadas a matar masivamente a animales, porque lo único que se va a conseguir es asustarlos y hacer que huyan a zonas no contaminadas, advierten fuentes especializadas de la Unión Europea.

El aviso desde Bruselas es una llamada de atención sobre todo a cazadores, aunque también a quienes han llegado a plantear —en algunos países ya se ha hecho en el pasado— el uso del Ejército para abatir animales. Cualquier virus mata mejor que un ejército, recuerdan las citadas fuentes, que ante la situación de la crisis de PPA, para las que los expertos enviados para supervisar la situación consideran que por el momento al menos se han tomado las medidas adecuadas.

Eso sí, se alerta desde la UE: esto es un partido largo y apenas se están jugando los primeros minutos. Y lo fundamental es no cometer errores o caer en la tentación de realizar medidas rápidas —y precipitadas— que empeoren la situación. Porque el riesgo de lanzar a tropas a disparar contra animales de forma indiscriminada, o permitir una cacería sin control, es grande. Ello podría espantar a jabalíes enfermos y hacer que huyan a zonas alejadas del área demarcada, lo que propagaría el brote que se intenta contener.

En este sentido, subrayan los especialistas, los cazadores son un elemento necesario, pero “en su momento y en su sitio”. Que no es dentro de la zona delimitada. La UE tiene amplia documentación e información sobre este tipo de brotes que en la última década se han producido en países como Lituania, Polonia, Bélgica o Italia, con mayor o menor éxito en su contención.

En la web europea sobre el virus hay incluso un apartado dedicado específicamente al “papel clave” de los cazadores, en el que se advierte, no obstante, que este colectivo puede marcar la diferencia. Pero subraya que esto sucede “tanto para bien como para mal, ya que pueden aumentar o reducir la propagación de la enfermedad”.

Lo mejor para una crisis de este tipo es que los jabalíes, que son unos animales extremadamente inteligentes que saben cómo huir de una amenaza saltando o sorteando cualquier tipo de obstáculo, mueran tranquilos, en su territorio. Y un cazador con un perro, una batida, disparos, los asustan haciendo que salgan de la zona de contención. Lo mejor por ello es no molestarlos y dejarlos morir “en paz”, insisten los especialistas. No hacer nada puede ser mejor que hacer algo precipitado, por mucho que tiente políticamente demostrar que se actúa.

La cautela que pide la UE no es banal. Experiencias en otros países —se han producido numerosos casos de PPA en Europa en la última década— demuestran que es posible erradicar la peste porcina africana de los jabalíes. Y los expertos confían en que España también lo logre ahora, aunque advierten que la batalla puede ser larga. Por el momento, la respuesta española se ha adaptado a las indicaciones del bloque europeo, que a falta de una vacuna confía en que su legislación armonizada, los conocimientos sobre la peste que se tienen, la ciencia de que se dispone y la experiencia funcionan “muy bien” contra el virus.

Bruselas envió los pasados días a tres expertos a acompañar y supervisar las medidas tomadas para contener el brote. La situación está, según su evaluación, bajo control y con las medidas adecuadas hasta el momento, mientras que la transparencia con los socios comunitarios y terceros países ha sido exhaustiva, indican las citadas fuentes comunitarias. Lo fundamental ahora, martillean una y otra vez, es no cometer un error. No bajar la guardia. Y no matar moscas a cañonazos. O jabalíes con kaláshnikov.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.
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