El Gobierno rechaza que el apagón se produjera por una “ausencia de marco normativo”

El secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, ha negado este jueves que el apagón peninsular del pasado 28 de abril se produjera por una “ausencia de marco normativo”, y ha defendido que el sistema español contaba ese día “con herramientas regulatorias, técnicas y tecnológicas” para evitar que ocurriera.

En la Comisión del Senado que investiga el ‘cero eléctrico’, Groizard también ha aclarado que el informe del Comité liderado por el Ministerio para la Transición Ecológica, si bien detectó que algunas instalaciones de generación se desconectaron aun cuando la tensión estaba por debajo de su umbral máximo, no presupone “mala fe o intencionalidad” por parte de ningún agente.

“No era el objetivo de nuestro análisis. No es un procedimiento judicial ni administrativo en el sentido de infracciones”, ha explicado ante los senadores, a los que ha recordado que será el expediente que actualmente instruye la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) el que dirima responsabilidades.

A las preguntas del senador popular Miguel Ángel Castellón, Groizard ha incidido en que antes del inédito episodio en la España peninsular y Portugal “no había ninguna advertencia de un problema sistémico que pudiera llevar a un apagón”.

Ni siquiera después del “pico de tensión” del pasado 22 de abril, días antes del ‘cero eléctrico’, que provocó ciertas desconexiones y que el sistema fue capaz de controlar gracias a que las centrales de generación convencional se comportaron “de forma adecuada”, absorbiendo energía reactiva.

“No había nada que hiciera suponer que fuera sistemático. Fue algo puntual y el sistema fue capaz de recuperarse”, ha relatado Groizard, en la misma línea de lo que ya comentó el director general de Política Energética y Minas del Ministerio, Manuel García Hernández, en su comparecencia del 23 de octubre.

Así pues, “de cara al 28 de abril, no hubo ningún aviso, ninguna advertencia y ninguna señal de que era inminente una vulnerabilidad tal”. Además, el sistema disponía de las herramientas regulatorias, técnicas y físicas “suficientes” para evitar lo que ocurrió.

El problema estuvo en el equilibrio de la control de tensión, ha dicho el secretario de Estado de Energía.

En este punto se ha remitido tanto al trabajo del Comité del Ministerio como al análisis más reciente de los expertos europeos, que detectaron que, en España, las centrales que tenían que aportar un control dinámico de tensión “no estaban proporcionando lo que se esperaba de ellas”, en contraste con Portugal.