Bruselas plantea dar más poderes al supervisor bursátil europeo para impulsar el mercado único
La ESMA se encargará de vigilar a todos los proveedores de servicios de criptoactivos y a las empresas que poseen las infraestructuras de los mercados

La receta para que la UE recupere el impulso económico perdido pasa por acabar de construir el mercado único. En pos de este empeño, la Comisión Europea ha planteado reforzar el papel del supervisor de los mercados de la Unión, la Autoridad Europea de Mercados y Valores (ESMA, por sus siglas en inglés), para avanzar en la integración del mercado de capitales: uno de los pilares que faltan por levantar y que se antoja clave para impulsar la financiación de proyectos empresariales que precisan de grandes cantidades de inversión o para que, al mismo tiempo, frene la salida del ahorro de los hogares europeos a otras geografías en busca de más rentabilidad.
Había bastantes expectativas en los cenáculos financieros para saber hasta donde estaba dispuesta a llegar la Comisión con el paquete regulador lanzado este jueves. La integración europea de mercados bursátiles, de derivados, de bonos o, incluso, de criptoactivos cuenta con muchas barreras que derribar y varias capitales dispuestas a defenderlas para no perder el control de estos lucrativos negocios: Luxemburgo suele ser el ejemplo que se cita cuando se habla de los gestores de fondos de inversión.
Bruselas ha sido atrevida con su paquete regulador de este jueves. No hay un hito central en el nuevo reglamento y la nueva directiva presentados pero sí una batería importante de medidas que refuerzan los poderes de la ESMA, el supervisor bursátil europeo con sede en París, que ahora se parece más a un órgano asesor para supervisores nacionales, como la CNMV española. “Siempre he oído hablar de un gran apoyo a la Unión de Ahorros e Inversiones [como llama la Comisión a la unión de capitales financieros]. Esto es eso. Apoyarla, es apoyar estas medidas. Lo contrario es algo sin sentido”, ha respondido la Comisaria de Servicios Financieros, Maria Luís Albuquerque, cuando le han preguntado si no había ido demasiado lejos en un asunto tan divisivo.
Hay transferencias de competencias de supervisores nacionales a la ESMA sobre lo que se llama infraestructuras de mercados, como puede ser Euronext o Deutsche Börse; también las hay para entidades de depósito de valores; y se reserva la vigilancia sobre “todos los proveedores de servicios de criptoactivos”, con independencia de su tamaño, explica la Comisión. Con ello, la ESMA podrá pedir información, investigar, inspeccionar y poner multas, algo que hasta desde enero, coincidiendo con la entrada en vigor de la directiva sobre criptoactivos MiCA, estaba en manos de los vigilantes nacionales. Un movimiento que se produce después de que la propia ESMA cuestionara la falta de rigor en el proceso de concesión de licencias por parte del regulador de Malta.
De esta forma, la ESMA suma a los proveedores de servicios de criptoactivos a otras instituciones sobre las que ya ejercía una supervisión directa como las agencias de calificación de riesgos, como Moody’s, Fitch, S&P o Scope; los administradores de índices y a cámaras de contrapartida central dedicadas a ofrecer servicios de compensación sobre derivados financieros, derivados de energía y OTC como BME Clearing.
Para reforzar este papel, la propuesta recoge la creación de un Consejo que será distinto al que ya hay, compuesto por las autoridades nacionales actuales. El objetivo, como apunta la Comisión, es ser “más eficiente e independiente, mirando al interés europeo”, es decir, un órgano que atiende más a conjunto del mercado único que al nacional.
Una de las incógnitas era si Bruselas iba a plantear que la ESMA supervisara a las gestoras de fondos de inversión en un momento en que el aumento del gasto en defensa e infraestructuras por parte de los países europeos requieren de grandes inversiones, públicas pero también privadas. La propia Comisión aclara que no. Esta tarea seguirá correspondiendo a los vigilantes nacionales, aunque estos perderán voz y voto en el diseño de directrices u opiniones sobre la industria de la gestión de activos. Sin embargo, sí que se refuerza su papel cuando se trata de grandes grupos que operan en distintos países a través de exámenes anuales que analizarán “los datos, la información y la documentación de los que ya disponen la ESMA y las autoridades nacionales competentes”.
Las tareas de coordinación de la entidad con sede en París salen muy reforzadas del paquete legislativo lanzado este jueves. Para eso, se le otorgan “competencias adicionales para abordar las medidas de supervisión divergentes, duplicadas, redundantes y deficientes que obstaculizan el ejercicio efectivo de los derechos de pasaporte por parte de los fondos de inversión, los gestores de fondos y los depositarios en general, independientemente de su tamaño”.
Además de los cambios concretos que plantea, hay un elemento importante entre las iniciativas presentadas: cambia la naturaleza jurídica de algunas normas al pasar de ser una directiva comunitaria a un reglamento. Este supone que los Estados miembros pierden margen de acción jurídica porque las directivas deben ser trasladarse a la legislación nacional, proceso en el que siempre queda hueco para adaptar a las costumbres o intereses nacionales. En cambio, un reglamento no se traspone, solo se aplica. Con ello se busca ganar tracción y evitar el actual retraso en la trasposición de directivas a las normativas nacionales que, en muchas ocasiones, derivan en la apertura de procedimientos de infracción por parte de Bruselas.
Para la ESMA, en su primera reacción al conocer el paquete, “la propuesta aborda directamente la fragmentación derivada de la divergencia entre las normas y prácticas de supervisión nacionales”. “Acogemos con satisfacción el gran énfasis que se pone en la racionalización de los requisitos reglamentarios, la reducción de la carga administrativa y la facilitación de la innovación. Todo ello mejorará la competitividad y la agilidad de los mercados de capitales de la UE”, celebra.
Entre las infraestructuras del mercado que se verán afectadas por las novedades anunciadas, Euronext dan “la bienvenida a las reformas que mejoran la regulación y supervisión armonizadas” y animan a “abordar las lagunas restantes para incrementar la liquidez disponible para las empresas de la UE —especialmente en lo que respecta a la estructura del mercado, la transparencia y la integración post-negociación— para asegurar que Europa construya mercados que sean justos, eficientes y competitivos a nivel mundial". En esta misma línea, Six, dueño de BME, el operador de la Bolsa Española, considera que “la alineación supervisora es solo una parte de la ecuación. Para reforzar la competitividad de Europa y apoyar el crecimiento, debemos garantizar que los mercados secundarios de renta variable sean transparentes, suficientemente profundos y realmente líquidos”.
Más confianza regulatoria para las cripto
La decisión de la Comisión Europea de dejar en manos de ESMA la supervisión de todos los proveedores de servicios de activos digitales ha sido bien acogida entre las distintas plataformas. “Las señales recientes de distintos reguladores europeos muestran que la supervisión nacional por sí sola no siempre es suficiente para garantizar unas condiciones de competencia equitativas”, destacan en Bitpanda.
Jorge Soriano, consejero delegado de Criptan, destaca que implica más confianza regulatoria y más claridad al establecer una única interpretación y reglas iguales para todos. No obstante, teme que pueda crearse un cuello de botella y que se retrasen aún más las autorizaciones: “Si ya de por sí un único país va lento, si todos tenemos que depender de Europa dudo que vaya a ser más rápido”.
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