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Bruselas frena una multa a Google por prácticas monopolísticas

La decisión se produce en plenas tensiones en torno al acuerdo comercial con EE UU, al que Washington todavía no ha dado reciprocidad

La vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera.
Silvia Ayuso

La Comisión Europea ha frenado la decisión sancionadora que iba a anunciar esta semana sobre Google por sus prácticas monopolísticas publicitarias, tras cuatro años de investigaciones. Aunque todo estaba listo para realizar el anuncio este lunes, este no ha sido realizado aún. Un parón que estaría relacionado con las tensiones e incertidumbres que rodean el acuerdo comercial cerrado con Estados Unidos, según ha adelantado el medio especializado MLex y han confirmado varias fuentes en Bruselas a este diario.

La cuestión digital se está convirtiendo en un espinoso tema entre Bruselas y Washington, que desde el regreso al poder de Donald Trump ha acusado en múltiples ocasiones a Europa de actuar de mala fe contra sus compañías digitales, extremo que el bloque comunitario niega tajantemente. Cuando la Comisión anunció el controvertido acuerdo comercial con Estados Unidos para frenar la guerra arancelaria, celebró específicamente como uno de los logros el hecho de que este no hiciera alusión alguna a cuestiones digitales, especialmente a las leyes pioneras europeas DSA y DMA para moderar el contenido de las plataformas, evitando abusos, contenidos ilegales y la expansión de la desinformación, así como garantizar una competencia justa. Pero nada más cerrar por escrito el acuerdo arancelario, Trump, a cuya inauguración en enero asistieron en primera fila la crema y nata de las grandes plataformas digitales, volvió a arremeter contra la legislación digital europea y la denominada tasa Google que varios países, incluida España, imponen a las grandes plataformas.

La investigación a Google por sus distorsiones del mercado publicitario no están vinculadas de ninguna forma a estas leyes, sino que son una cuestión meramente de antimonopolio, bajo la cartera de la vicepresidenta de la Comisión Teresa Ribera. Pero cualquier decisión sobre plataformas digitales estadounidenses en estos momentos está considerada, cuanto menos, delicada. Sobre todo porque Estados Unidos todavía no ha cumplido su promesa de hacer retroactivos al 1 de agosto los aranceles de 15% a los coches y autopartes europeos, por ahora gravados con un oneroso 27,5%, en cuanto Bruselas lanzara el proceso para implementar el pacto comercial, cosa que hizo el pasado jueves.

Un día después del paso de la Comisión, un tribunal de apelaciones de Estados Unidos dio un varapalo mayúsculo al Gobierno estadounidense al declarar ilícitos la mayoría de los aranceles que ha impuesto la Administración de Donald Trump al resto de países del mundo. Aunque se decidió que los aranceles continuarán en marcha hasta mediados de octubre, para dar tiempo a la Administración Trump a apelar ante el Supremo una decisión que también afectaría al pacto con la UE, el fallo ha creado otra capa más de incertidumbre y tensiones.

Bruselas lleva investigando a Google por “posible conducta anticompetitiva” de la plataforma estadounidense en el sector de la tecnología de la publicidad en línea desde 2021. En 2023, bajo la entonces comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, emitió una opinión preliminar en la que consideraba que “solo la desinversión obligatoria por parte de Google de parte de sus servicios [es decir, dividir la empresa] resolvería sus problemas de competencia”. En paralelo, en Estados Unidos, el Departamento de Justicia presentó una demanda contra la plataforma por abuso de posición dominante en la publicidad digital. Una juez federal declaró el pasado abril a la compañía responsable de ejercer prácticas monopolísticas ilegales, lo que podría redundar en la división del negocio publicitario de Google, como solicitaban los demandantes.

El pasado viernes, la agencia Reuters afirmaba que la actual máxima responsable en Bruselas de Competencia, la española Ribera, había abogado finalmente por imponer solo una multa a Google y no obligarla a dividir su negocio, un extremo no confirmado en la capital belga. MLex se limita a indicar que la empresa norteamericana fue informada ese día de que se iba a concluir la investigación el lunes, es decir, que habría una decisión ese día. En entrevista con el diario Financial Times, Ribera instaba también el viernes a Europa a ser “valiente” en respuesta a las nuevas amenazas de Trump por la regulación digital europea. “Podemos ser amables, educados, intentar encontrar formas de resolver los problemas y las discrepancias, pero no podemos aceptar todo lo que [exigen] (…) No podemos estar sujetos a la voluntad de un tercer país”, sostuvo.

De acuerdo con las informaciones, durante el fin de semana previo a la fecha fijada para anunciar la decisión, hubo muchas idas y venidas y mensajes con Washington. Pese al rechazo frontal a cambiar la fecha de Ribera, que tenía lista desde hace tiempo su decisión sobre Google, finalmente el comisario de Comercio y principal negociador del acuerdo comercial, Maros Sefcovic, habría logrado detener el procedimiento.

El vicepresidente del grupo Socialistas y Demócratas (S&D) del Parlamento Europeo y miembro de la comisión de Mercado Interior y Protección al Consumidor, Alex Agius Saliba, ha calificado de “inaceptable” una decisión que ve motivada en las prácticas intimidatorias de Washington.

“Es inaceptable que no apliquemos nuestras normas a ciertas empresas por la intimidación de la Administración de Estados Unidos. Esto mina el Estado de derecho y el funcionamiento del mercado interno”, ha denunciado en un comunicado. “Cuando la Comisión Europea concluye, tras cuatro años de investigación, que Google viola las normas, debería ser multada o incluso dividida por su poder monopolístico en el mercado publicitario europeo, sin importar cuánto enfade esto a Trump”, ha agregado.

La Comisión Europea no ha querido confirmar ni desmentir la operación de frenado. En un impecable lenguaje diplomático, se ha limitado recordar que “una investigación acaba cuando se adopta una decisión. Y no se ha adoptado ninguna decisión”. Pero el tiempo corre. En poco más de una semana, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dará su discurso anual sobre el estado de la Unión ante el Parlamento Europeo. Una cita clave en el calendario político de la UE en el que la alemana marcará las guías del nuevo curso político y deberá, también, defender sus decisiones, entre otras el acuerdo comercial tan cuestionado por muchas capitales y grupos políticos y que ella dirigió en primera línea.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.
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