Las empresas españolas en México moderan su optimismo económico

Las empresas españolas afincadas en México son optimistas de cara al 2025, aunque han moderado sus expectativas desde el año pasado. Así lo refleja el II Barómetro sobre el Clima y las Perspectivas de la Inversión Española en México, presentado este jueves por la Cámara de Comercio de España y la Cámara Española de Comercio en México. En concreto, un 54% de las compañías esperan un incremento de su cifra de negocios al cierre de año y un 41% confían en que ensancharán sus plantillas. Estos datos contrastan con el 77% y el 65% proyectados, respectivamente, en la edición pasada del estudio. Sin embargo, los autores destacan que “el compromiso de las empresas nacionales con el mercado mexicano sigue siendo fuerte”. Un 36% de las firman prevén incrementar su nivel de inversiones en el país norteamericano este año y un 61% apuntan a la estabilidad, frente a menos de un 5% que vaticinan caídas.

Los hallazgos del barómetro describen una “visión más prudente, aunque todavía sólida, de crecimiento de la actividad empresarial” por parte del medio centenar de firmas encuestadas entre marzo y mayo. Impulsar la innovación y la productividad es el principal objetivo entre aquellas que piensan destinar más capital a sus negocios en territorio mexicano durante 2025. En este sentido, el grueso sus planes de inversión para este ejercicio destinará recursos a actividades de I+D+i (investigación, desarrollo e innovación).

La apertura a ampliar los negocios del otro lado del Atlántico viene respaldada por una visión favorable del clima de negocios mexicano. Tres de cada cuatro compañías lo califican como aceptable, alcanzando una puntuación media de 3,1 en una escala del 1 al 5. Asimismo, la mitad de las firmas consideran que este factor se ha mantenido estable durante los últimos doce meses. Mientras que las relaciones con la Administración pública son el área peor valorada por los empresarios, al otro lado de la balanza pesan la calidad de vida y la presencia de un ecosistema favorable para los procesos de digitalización. Ambos factores repiten en esta edición como los mejor puntuados por las compañías.

Oportunidades en medio de la incertidumbre

Pese al contexto de incertidumbre a raíz de la política comercial de la Administración de Trump en EE UU, tres de cada cuatro empresas españolas afincadas en México no consideran este factor como determinante para modificar sus planes de inyectar capital en sus negocios en el territorio. Incluso la misma proporción de firmas consideran que este nuevo escenario global podría crear nuevas oportunidades para ampliar su actividad. De hecho, el acceso al mercado interno es el principal motivo apuntado por las empresas con planes de inversión en México como determinante en la toma de decisiones.

La totalidad de los encuestados consideran al mercado mexicano como estratégico y la gran mayoría (88%) no se plantean abandonarlo en el próximo lustro. Asimismo, la capital, Ciudad de México, se posiciona como la región más atractiva para localizar los nuevos proyectos de inversión que prevén implementar las empresas españolas en el territorio (un 70% del total).

En el podio de flujos de inversión extranjera

Durante 2024, México se mantuvo en el podio como el tercer destino de flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) española, solo por detrás de Estados Unidos y el Reino Unido, tras captar 3.205 millones de euros. Este monto supone un crecimiento de un 69% respecto al año anterior. México suma, desde el inicio de la serie histórica de la Secretaría de Estado de Comercio en 1993, 54.159 millones de euros en flujos brutos de IED española. Eso supone el 5,7% del total de flujos de inversión productiva española fuera de las fronteras.

Por sectores, los servicios financieros concentraron el 72% del total de flujos procedentes de España en 2024, con 2.182 millones de euros. Este tipo de compañías aglutina un tercio de los flujos desde 1993, mientras los dos restantes se reparten entre diferentes sectores económicos, donde también destacan las telecomunicaciones (un 11% del total) o la ingeniería civil (7%).