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La fuerte bajada en el precio mayorista de la luz reduce el impacto por el apagón

El caudal de generación renovable en mayo mitiga la dosis extra de prudencia de REE, que ha obligado a encender centrales de gas. El mercado apunta a un notable encarecimiento en verano

factura luz
Ignacio Fariza

Hasta hace solo unos días, mayo de 2025 iba camino de arrebatar a abril de 2024 el título de mes más barato de la historia del sistema eléctrico español. Será, tras un estirón final, uno de los más económicos de toda la serie. Una fuerte bajada mensual, propiciada por el habitual buen tono primaveral de las renovables (hidroeléctrica, eólica y fotovoltaica), que mitiga el impacto en el recibo regulado del encendido exprés de centrales de gas tras el apagón, la herramienta de la que se ha valido Red Eléctrica de España (REE) para tratar de reducir al máximo los riesgos.

“La bajada del mayorista no compensa del todo la subida en el PVPC por los servicios de ajuste y los mercados a plazo. Pero ayuda, y mucho”, valora el analista independiente Francisco Valverde. Se refiere, así, tanto al margen adicional de seguridad con la que opera estos días el sistema eléctrico español como al cambio en el método de cálculo con el que —escarmentado por la crisis energética— el Gobierno trató de reducir la volatilidad a la que se veían sometidas millones de familias. Una mayor certidumbre que, en meses tan baratos como los primaverales, rema —sin embargo— en contra.

“Es cierto que estos precios mayoristas tan bajos no han sido suficientes para evitar la subida en la factura regulada, pero la han mitigado mucho”, expone Rafael Salas, catedrático de Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid. “La prudencia está encareciendo, y la foto final es que los servicios de ajuste y la parte a plazo ha pesado más que la bajada del mayorista”.

Los cálculos de Valverde apuntan a un aumento de unos 70 céntimos en mayo en el recibo medio en el mercado regulado —por el que optan uno de cada tres hogares—, hasta alrededor 53 euros. “Son unos 15 menos que una factura mediana para los diez últimos mayos”, sostiene al otro lado del teléfono. De no haberse desplomado el precio mayorista (de 27 a algo menos de 17 euros por megavatio hora, MWh), el aumento habría sido mucho mayor: de algo más de cuatro euros.

Valores mínimos e incluso negativos

En mayo, el mercado mayorista marcó precios por debajo de los 20 euros por MWh en casi dos de cada tres horas. Y en una de cada tres —como recuerda el fundador y máximo responsable de la consultora Tempos Energía, Antonio Aceituno— estos fueron directamente negativos. En esas horas, en vez de cobrar, los productores de electricidad han tenido, en fin, que pagar por deshacerse de la energía.

“El mercado diario está tirado, casi de récord y es lo que ha permitido que la subida de la tarifa regulada en mayo no sea enorme”, constata José Luis Sancha, de ICAI. Recuerda, además, que —lejos de ir a más— el peso de los servicios de ajuste se han ido moderando con el paso de los días. “Quizá porque REE (Red Eléctrica de España, el operador del sistema) está afinando un poco más”, aventura.

Aunque la mayor parte de esta fuerte subida en los servicios de ajuste es directamente achacable a la actuación con pies de plomo de REE para evitar una recidiva, el aumento viene de atrás. En abril, antes del apagón, esta partida ya se había situado en niveles históricamente elevados, recuerda Valverde. “Lo de mayo ya ha sido récord al cuadrado”.

La gran caja negra, se queja Salas, sigue siendo el mercado libre: el mayoritario, pero cuya evolución de precios se niega a desglosar el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), a pesar de incluirlo desde hace varios trimestres en su cálculo de la inflación. Allí, como ha adelantado este diario, las comercializadoras están empezando a incluir cláusulas para trasladar a sus clientes el sobrecoste por las medidas de seguridad que aplica REE.

Verano más caro

Si REE mantiene los airbags actuales en su operación diaria, el verano discurrirá por otros derroteros. Primero, porque el efecto balsámico de las renovables en primavera (agua a mansalva y buenas dosis de viento) dejará paso a un anticiclón permanente que solo beneficia, y de aquella manera, a la fotovoltaica. Segundo, porque el encendido generalizado de aires acondicionados empuja al alza la demanda y obliga a encender más centrales de gas las horas y días de mayor calor.

“El mercado va a ir para arriba en verano, eso está claro”, analiza Valverde. “La gran pregunta ahora es si REE va a sacar a los ciclos combinados de restricciones técnicas [el recodo del sistema en el que el gestor del sistema hace y deshace a su antojo para garantizar la estabilidad] porque a mercado ya van a entrar varios”. La duda, zanja, “es si le será suficiente con los ciclos que entren por mercado o no; y eso solo lo puede responder Red Eléctrica”.

En los últimos años, la tendencia ha sido clara: en julio y agosto, los meses más calurosos, el precio mayorista se encareció. “Y este año probablemente suba aún más, pese a que haya más solar: porque es probable que haya más calor y porque es previsible que REE siga llevando la operación con criterios de seguridad”, proyecta Sancha. “Mientras no tengamos claro el lío del apagón, cabe esperar que el operador siga extremando la prudencia”.

La consultora Tempos Energía pone cifras a la subida que se espera cuando de verdad suban los termómetros y los aires acondicionados eleven el consumo. “Se plantea un escenario de precios eléctricos para el verano en torno a los 100 euros el megavatio hora (MWh)”, sintetiza Aceituno en una nota para clientes. El cuádruple que hoy, que se dice pronto.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.
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