Cuando viajar a Punta Cana o Riviera Maya cuesta lo mismo que ir a Menorca o Mojácar

Las personas que ya han reservado un viaje por España para las próximas vacaciones de verano o las que están a punto de hacerlo han comprobado cómo los precios de los paquetes turísticos ofertados por las agencias de viajes, de los billetes de avión o de las noches de hotel están por las nubes por la fuerte presión que está ejerciendo sobre el coste de los viajes el crecimiento sin control del turismo extranjero que busca España como primer destino. En 2024 se alcanzó el máximo histórico de 94 millones de viajeros y el crecimiento acumulado en el primer trimestre (un 5,7%) apunta a que se superarán este año los 100 millones de viajeros extranjeros.

Una percepción que queda refrendada a partir de la comparación realizada por la agencia de viajes online Destinia para este periódico, en la que ha confrontado las tarifas que cobran los hoteles en ocho destinos (Gran Canaria, Mallorca, Menorca, Mojácar, Tenerife, Punta Cana, Riviera Maya y Anatolia) para dos semanas diferentes del próximo mes de agosto con las mismas condiciones (hoteles de cuatro estrellas, con una puntuación muy alta en reseñas y cercanos al mar) y con iguales características de viaje (siete días para dos personas en régimen de todo incluido y con tarifa cancelable).

Y la primera conclusión que arroja esta comparación, en la que se confrontan las tarifas de cuatro hoteles en cada uno de los enclaves, es que ya hay destinos de España donde el precio de viajar es casi igual al de hacerlo a Riviera Maya (México) o Punta Cana (República Dominicana). Menorca emerge como el más caro en España, con una tarifa de 2.726 euros para dos personas, que se queda muy cercana a los 2.883 euros del viaje a Punta Cana o los 3.094 euros de Riviera Maya.

Esa igualación de precios es especialmente llamativa en un contexto de incremento sin precedentes de los billetes de avión, como consecuencia de la entrada en vigor el pasado 1 de enero de la normativa europea que obliga a las aerolíneas a usar un 2% de combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Las aerolíneas calculan que esa imposición para cumplir los objetivos de transición energética les va a suponer un sobrecoste de 235 millones de euros, que ya están repercutiendo en los billetes de avión. Por ese motivo, parece difícil entender que viajar a Riviera Maya, a 8.175 kilómetros de Madrid, o a Punta Cana, a 6.566 kilómetros, cueste lo mismo o casi lo mismo que hacerlo a Menorca, a una distancia de 906 kilómetros.

Una de las razones que puede explicar esa paradoja es la demanda explosiva en determinados destinos, que permite a los hoteles imponer tarifas históricamente altas. Desde la agencia de viajes online ponen como ejemplo las tarifas de Mojácar (Almería), un destino en el que el desplazamiento se hace por carretera y no es necesario un vuelo. Pese a ello, el precio medio para dos personas en un hotel de cuatro estrellas en régimen de todo incluido una semana de agosto escala hasta los 2.694 euros, solo 189 euros más barato que en Punta Cana o 400 menos que la Riviera Maya.

En cualquier caso, el coste de viajar a Menorca o Mojácar ya supera con creces al de hacerlo a Anatolia (Turquía) con una tarifa de 2.496 euros, 230 euros más barato que a Menorca o 198 menos que a Mojácar. Desde Destinia matizan, no obstante, que la combinación de vuelos disponible para las fechas consultadas de agosto para el país otomano no ofrece trayectos directos y es obligatorio realizar escalas.

Una primera aproximación a esa comparación apunta, por lo tanto, que un peso muy relevante del encarecimiento de los viajes hacia España corresponde a la industria hotelera, cuyas tarifas están en máximos históricos y siguen creciendo con mucha fuerza. El precio medio de una habitación de hotel se disparó un 9% en 2024 hasta alcanzar los 160 euros de media y en el primer trimestre ha escalado otro 5% anual, con Baleares a la cabeza, con un alza del 13,1%, seguida por Madrid (11,4%) y Barcelona (7,6%).

Desde la agencia de viajes online precisan que el crecimiento explosivo de las tarifas hoteleras en España ha tenido un impacto directo en la demanda de los turistas nacionales, con una caída de reservas del 17% respecto al pasado verano, ampliamente compensado por el crecimiento del 23% de la demanda internacional, que deja el volumen total de reservas a finales de mayo solo un 2% por debajo del nivel de 2024. “Muchos viajeros están retrasando la decisión de reservas o acortando estancias para controlar el gasto, como ya vimos en el verano de 2023″, recalca Ricardo Fernández, consejero delegado de Destinia.