La farmacéutica Esteve multiplicó por cuatro su beneficio y alcanza los 78 millones de euros

El laboratorio farmacéutico Corporación Químico Farmacéutica Esteve dio en 2018 un giro de guion a su estrategia que parece estar empezando a dar sus frutos: el pasado año cuadriplicó su beneficio neto y alcanzó los 78,3 millones de euros. Ese año, decidió abandonar los genéricos y focalizarse en productos especializados y propios y en su expansión internacional en Europa y Estados Unidos. Con ello, buscaba productos de mayor rentabilidad y situar el beneficio operativo bruto (ebitda) en torno al 20% de los ingresos. En 2022, se situó en los 125 millones, un 19% de los 642,4 millones de facturación, que creció un 15%.

El informe de gestión de la sociedad, que es propietaria también de propietaria del 50% de Esteve Teijin Healthcare, del 50% de Isdin, y del 15% de Hangzou Jiuyuan Gene Engineering, señala que si bien el crecimiento se ha dado tanto en la actividad farmacéutica como en la producción química utilizada para elaborarlos, ese último negocio ha contribuido más al crecimiento anual. Pero para entender la mejora de los beneficios, se tiene que tener en cuenta también la reducción de los gastos no recurrentes.

La compañía, especializada en medicamentos para patologías neurológicas, psiquiátricas y contra el dolor, así como en áreas de oftalmología o patologías crónicas, decidió centrarse en medicina especializada y en ser la propietaria de los productos que comercializaba. Es por ello que en 2019 vendió su división de genéricos y adquirió la farmacéutica alemana Riemser para entrar en nuevos mercados, como Portugal e Italia. Este mismo año anunció la entrada en su accionariado del grupo Lubea, un inversor alemán que se ha hecho con una participación del 26% de Esteve Healthcare, que concentra el negocio farmacéutico familiar. Los recursos que aporta a la compañía están pensados para afrontar la próxima política de adquisiciones de la compañía.

Las cuentas de la compañía remitidas al Registro Mercantil desvelan una inversión de más de 54,5 millones de euros en China, donde el grupo prevé trasladar su actual fábrica a una nueva parcela en Shangyu, donde se producirán principios activos. El traslado se debe a que en el lugar donde está instalada actualmente la factoría se prevé desarrollar una zona residencial. De momento, Esteve Huayi Pharmaceutical, la compañía en la que opera en el gigante asiático con un socio local, se ha asegurado una concesión del terreno por 50 años con un coste de 4,8 millones de euros y negocia con las autoridades chinas ayudas para realizar la inversión.

Más personal de producción

En 2022, el grupo contaba con 1.772 empleados, 198 más que un año antes. Esa evolución se explica por la apuesta en personal de producción que ha realizado Esteve, que ha duplicado el número de efectivos de esa área, hasta los 573, mientras que se han reducido a la mitad los destinados a tareas comerciales.

La compañía señala en su informe que durante el pasado ejercicio liquidó cuatro sociedades, cuyos negocios han sido absorbidos por otras sociedades: Provesan (España), Peckforton Pharmaceuticals, Abbey Pharma (Reino Unido) y Riemser Pharma (Francia), mientras que constituó una filial en Milán para la comercialización de productos farmacéuticos en Italia. Esos cambios siguen la ruta marcada en 2018, cuando el grupo decidió también simplificar su estructura societaria.

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