El Gobierno vasco aplaza la emisión de 500 millones en bonos verdes por la “inestabilidad política”

El Gobierno vasco ha aplazado una emisión de 500 millones de deuda en bonos verdes. Las entidades financieras han desaconsejado al Ejecutivo de Íñigo Urkullu su colocación, que estaba prevista lanzarla este martes, a la espera de que se resuelvan algunas de las incógnitas políticas que han provocado la subida de la prima de riesgo española e italiana, como la moción de censura contra Mariano Rajoy y la falta de Gobierno en Italia. La integridad de estos bonos, que requieren de una certificación especial para bautizarlos como verdes, estaban destinados en un 81% a financiar y refinanciar proyectos sociales y el 19% restante, verdes, para afrontar proyectos relacionados con viviendas asequibles, generación de empleo, transporte limpio, eficiencia energética o energías renovables, entre otros objetivos. El Gobierno de Urkullu esperará a que "amaine" el temporal.

Fuentes del Ejecutivo vasco han confirmado que las razones de este aplazamiento hay que buscarlas en la "inestabilidad política" que se vive en España con el debate esta semana de una moción de censura contra el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, pero también la que está generando en Italia la imposibilidad para formar un gobierno estable. La subida que ha experimentado la prima de riesgo española ha llevado a los bancos a recomendar retrasar la emisión al momento en el que se recupere la estabilidad.

La prima de riesgo de España superaba hoy en la apertura de la sesión los 125 puntos básicos (126,1), lo que no pasaba desde octubre de 2017, después de que el interés del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo mide el riesgo país, haya subido al 1,546 %.

La rentabilidad del bono nacional no estaba tan alta desde mediados de febrero de este año, en tanto que el interés del bono germano se reducía al 0,316 % desde el 0,344 % que marcaba la víspera.

El llamado "bono verde" vasco, avalado por la revisión externa de la agencia de calificación medioambiental, social y de gobernanza Sustainalytics, persigue lograr el objetivo de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.

La nueva apuesta de financiación del Ejecutivo vasco no está vinculada al buen momento de la economía de la CAV, que este año está previsto que crezca más que la de España por primera vez desde 2014, ni a las expectativas que está generando la buena marcha de la recaudación de las diputaciones, que se mantienen en crecimientos cercanos a los dos dígitos. Euskadi dispone de mucho margen para operaciones de este tipo.

El límite de endeudamiento previsto en los presupuestos es de 1.543 millones. En los cuatro primeros meses del año el Gobierno vasco ha realizado una emisión de 197,7 millones y ha formalizado un préstamo bancario por 300 millones de euros. La de 500 millones que se ha aplazado este martes dejaría todavía un margen superior a los 500 millones para nuevas emisiones.