El futbolista Luca Toni gana un recurso sobre el impuesto al culto

El futbolista italiano, Luca Toni, que ha anunciado que colgará las botas al finalizar esta temporada, ha empezado a poner en orden sus finanzas para cuando deje de ganarse la vida en los campos de fútbol. El delantero, que jugó en el Bayern de Munich entre 2007 y 2010 cuando estaba en la cima de su carrera, ha ganado una demanda contra su asesor fiscal por no avisarle de que tenía que pagar un impuesto sobre el culto durante su estancia en Alemania.

Tras abandonar el Bayern, el ex internacional italiano, de fuertes creencias religiosas, recibió una reclamación de 1,7 millones del fisco de Baviera por no haber pagado el impuesto eclesiástico, un tributo sobre la religión que Alemania cobra a los contribuyentes con altos ingresos por la práctica de un culto religioso y que posteriormente transfiere a la congregación correspondiente.

El futbolista, de 38 años, demandó a su asesor fiscal por no informarle de que debía pagar ese tributo. La justicia le ha dado la razón y condena a su consejero a pagarle 1,25 millones en concepto de daños y perjuicios. El futbolista, que milita actualmente en el Verona, argumentó en el juicio que desconocía el idioma alemán y firmó todos los documentos que le pusieron por delante sin saber exactamente qué firmaba. “Si hubiera sabido lo caro que sale ser católico en Alemania, hubiera dejado inmediatamente la Iglesia”, declaró. Toni tendrá que pagar finalmente de su bolsillo 450.000 euros, el resto lo pagará su asesor.

El caso resulta curioso porque durante la primera temporada, el italiano había sido registrado por los empleados del club alemán en los papeles de la seguridad social como ateo por lo que no tenía que pagar ningún impuesto. Pero en la segunda temporada los asesores fiscales cambiaron el registro a católico apostólico, lo que provocó la reacción del fisco alemán.