El reloj y la oposición del PE fuerzan la revisión del sistema de quiebra de bancos

Tras aceptar las exigencias de Alemania en el diseño del mecanismo único para quiebras bancarias, los países de la Unión Europea tratarán hoy y mañana de suavizar su posición, a la que se opone frontalmente la Eurocámara y que puede convertirse en un callejón sin salida antes de las elecciones europeas.

Al término del Eurogrupo de hoy, los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro mantendrán una reunión "intergubernamental" sobre esta cuestión, que volverá a ser tratada a Veintiocho el martes en el Ecofin, en el que tratarán de flexibilizar los puntos más conflictivos de la propuesta pactada.

Una mayoría de países se ha mostrado a favor de introducir cambios en la postura pactada, pero será necesario que Alemania acepte, pese a que ha insistido públicamente en varias ocasiones en que no se moverá del consenso de diciembre.

Sin embargo, el tiempo se agota antes de las elecciones europeas y la presión aumenta sobre los Estados miembros, que se comprometieron a tener aprobado el proyecto antes de mayo, mientras que en la Eurocámara existe un gran consenso sobre que la propuesta actual de los países es "una mala solución", en palabras del diputado español Antolín Sánchez Presedo (PSOE).

Por ello, el Ecofin se replanteará varias cuestiones como el diseño del fondo de resolución único, el sistema de toma de decisiones sobre las quiebras y la posible creación de un sistema de cortafuegos para hacer frente a imprevistos antes de que esté completamente operativo el mecanismo.

La agenda económica arranca hoy con un debate sobre la zona del euro organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que contará con la presencia del ministro español de Economía, Luis de Guindos, y sus homólogos de Holanda, Jeroen Dijsselbloem, o Portugal, Maria Luís Albuquerque, entre otros.

En la reunión del Eurogrupo, los Diecisiete estudiarán los avances en las discusiones entre la troika y Grecia para cerrar una nueva revisión de su programa, así como la evaluación de las reformas y los ajustes llevados a cabo en Chipre.

Otras cuestiones en la agenda son la situación económica de la zona del euro, y la recapitalización directa, que una vez más será abordada en el Eurogrupo pero difícilmente finalizada, dado que aún quedan por resolver las cuestiones "finales y más difíciles", aunque fuentes europeas opinaron que podría cerrarse en marzo.