Ford Almussafes aumentará un 18% su plantilla a partir de la próxima semana

La planta valenciana de Ford, ubicada en la localidad de Almussafes, aumentará en 1.340 puestos de trabajo su plantilla a partir de la próxima semana. Habrá un 18% más de empleados en la planta, que llegará a tener 7.200 trabajadores cuando se incorporen los contratados por el lanzamiento del vehículo comercial Transit Connect y se reinstaure el turno de noche.

A la vuelta de las vacaciones —que el director de la factoría, Antonio Adés, había abogado por reducir—, el próximo 19 de agosto, la planta comenzará a producir en los turnos actuales para arrancar con el de noche el 2 de septiembre, según fuentes sindicales. Durante el periodo vacacional de tres semanas han tenido lugar las obras en las instalaciones para acoger la fabricación de la furgoneta Transit. El lanzamiento de este vehículo, previsto para septiembre, conllevará una producción diaria de 1.300 vehículos.

Para reforzar la producción, se ha contratado a un centenar de ingenieros, a 650 titulados en grado superior de Formación Profesional y a otro grupo no cualificado. Además se implantará de nuevo el turno de noche en el que trabajarán 550 trabajadores, adelantándose así a la previsión de instaurarlo en la segunda mitad de 2014.

A más largo plazo, Ford prevé crear 500 nuevos empleos con el lanzamiento del Mondeo, previsto para después del verano de 2014. Con ello, se alcanzarán los 2.000 nuevos contratos en un periodo de un año y medio en la planta valenciana, que también será el fabricante de las nuevas generaciones del Galaxy y S-Max.

La producción de estos dos modelos y el Mondeo fue trasladada a Valencia desde la planta belga de Genk, que se cierra a partir del año que viene, y ha supuesto reafirmar el papel estratégico y global de Almussafes dentro de la compañía, sostiene Ford.

La demanda del Kuga, fabricado en Almussafes desde noviembre de 2012, obligó a programar producción los sábados en los meses de junio y julio para cubrir el elevado número de peticiones, especialmente del mercado ruso. Desde que iniciara la fabricación del C-Max a finales de 2010, Ford ha invertido en la planta valenciana 1.112 millones de euros para adaptarse a los nuevos modelos.