El Santander aboga por un mecanismo de liquidación bancaria con fondos europeos

Los ministros de Economía europeos afrontan esta semana una reunión determinante para calibrar el ritmo y la dimensión de la unión bancaria. Una discusión en la que ha querido terciar uno de los principales bancos del continente, el Santander. El vicepresidente segundo de la entidad, Matías Rodríguez, ha abogado este miércoles porque el nuevo mecanismo de resolución bancaria, una de las piezas clave del puzle, se dote con fondos europeos y, también, que se gestione por un ente único, minimizando la influencia de los Estados miembros.

“Cuanto antes se avance en la unión bancaria, mejor”, afirmó Rodríguez en el seminario que organizan la asociación de periodistas de información económica y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander. El vicepresidente del primer banco español admitió que Alemania tiene reticencias a poner en marcha ya este mecanismo —cuyo objetivo es minimizar el coste para los contribuyentes en futuras liquidaciones de entidades con problemas— hasta que se homogenicen las regulaciones bancarias bajo el paraguas de la supervisión única del BCE (a partir de julio de 2014) y se resuelva como unificar el fondo de garantía de depósitos a escala europea.

“La mejor manera de afrontar la financiación del mecanismo de resolución bancaria sería utilizar los fondos del Mede”, opinó Rodríguez, en referencia al fondo de rescate europeo. La opción de usar fondos europeos, a juicio del ejecutivo del Santander, permitiría romper el círculo vicioso entre la banca y el Estado, cuyo deterioro en la percepción de los mercados se retroalimenta.

El vicepresidente del Santander defendió que la cotización de la acción del grupo en Bolsa está “muy por debajo” del valor del negocio de la entidad, una cuestión que relacionó con la prevención de los mercados ante las dudas sobre las nuevas exigencias regulatorias sobre el sector.

Cubrir las refinanciaciones

El Banco de España ha instado a las entidades a adecuar el nivel de provisiones de sus refinanciaciones de créditos para reflejar la mayor probabilidad de que esos préstamos acaben por no ser cobrados. El Gobierno estima que eso supondrá al sector aumentar sus provisiones en 10.000 millones, y aflorará unas necesidades de capital cercanas a los 2.000 millones. Rodríguez defendió que el Santander ha sido “el más proactivo” en cubrir el riesgo de impago en las refinanciaciones, y que por tanto, la entidad “no requiere provisiones adicionales”.

Rodríguez recordó que las últimas pruebas de resistencia al sector desvelaron que el Santander tiene también “un nivel de capital notable”, con lo que descartó también nuevas exigencias en este frente como resultado del examen que conducirán el BCE y la Autoridad Bancaria Europea a principios del próximo año.

El vicepresidente del Santander rehuyó posicionarse —“Se estudiará cuando conozcamos las condiciones”— sobre si volverá a pujar por Catalunya Banc, como hizo el banco en la subasta que canceló el Gobierno. Y le pareció “razonable” que el Gobierno se decante por recurrir a las emisiones del Tesoro y no a la línea de crédito del rescate europeo para financiar nuevas inyecciones de liquidez si fueran necesarias.