La facturación bimestral de la electricidad volverá a ser posible a partir de abril

El Real Decreto que vuelve a permitir que los usuarios que lo deseen puedan volver a recibir sus facturas eléctricas cada dos meses anunciado por el Gobierno en el último Consejo de Ministros de 2012, publicado por el Boletín Oficial del Estado, da dos meses a las compañías eléctricas para que comuniquen a sus abonados que pueden volver a pedir que se les cobre el recibo cada dos meses a partir del 1 de abril, basándose en las lecturas reales de sus contadores.

En 2009, el Ministerio de Industria había decretado que la luz debía cobrarse mensualmente, con el  objetivo de que los consumidores pagasen únicamente por lo que consumiesen. El problema es que la lectura de los medidores continuó siendo bimestral, por lo que la facturación se hacía por medio de estimaciones de consumo. Estas estimaciones, que, en muchos casos, daban como resultado un consumo mucho mayor al real, desencadenaban un ciclo de facturas hinchadas - y compensadas al mes siguiente - que desató una oleada de reclamaciones a la Comisión Nacional de la Energía.

La nueva redacción de la ley permite a los consumidores que lo soliciten pedir a sus compañías de electricidad que, a partir de abril, puedan ser facturados cada dos meses basándose en las lecturas reales de los contadores, evitando así la inseguridad de no saber cual será la factura eléctrica del mes siguiente. En todo caso, el decreto también facilita que los usuarios puedan comunicar por internet o teléfono las lecturas de sus medidores, como ya permiten algunas comercializadoras eléctricas.

El Real Decreto insiste en que a partir de 2019, todos los contadores de electricidad de España deberán permitir la telegestión, es decir, que la empresa eléctrica pueda tener acceso a las lecturas sin necesidad de acceder físicamente al aparato. Los usuarios que tengan ya instalados esa clase de medidores deberán obligatoriamente facturar cada mes. En 2011, el Ministerio de Industria advirtió a las compañías eléctricas que no podrían cobrar por la instalación de los nuevos contadores.