La huelga de Renfe pasa con suavidad

Ni rastro de la huelga de trabajadores de Renfe en toda la mañana en Madrid, ni piquetes informativos, ni reparto de pasquines. Una concentración en Atocha a las 12.15 de unas 60 personas concovadas por CGT ha sido la única visibilidad de la huelga. Pero ninguno de los usuarios consultados en las estaciones de Atocha y Sol entre las 8.30 y el mediodía sabía realmente por qué hay huelga hoy. Algunos pensaban que era por los recortes de sueldo anunciados por el Gobierno central a los funcionarios. Otros, simplemente una medida de presión interesada de los sindicatos.

La realidad es que el paro de 24 horas convocado por CC OO y CGT no ha creado mayores problemas de circulación. El 75% de los trenes de cercanía y el 72% de los trenes de larga distancia, en toda España, viajaron en hora punta. Hasta las diez de la mañana, el paro podría haber afectado a 3.000 viajeros, aunque los retrasos han sido menores a 30 minutos. La dirección de Renfe, encargada de facilitar estos datos a la prensa, ha insistido en que "la gran mayoría de retrasos" han sido inferiores a cinco minutos.

El motivo de los paros es el acuerdo de desarrollo profesional que firmó el Comité de Empresa de Renfe con la dirección de la compañía el pasado 30 de marzo y que entra en vigor el próximo 1 de julio. El acuerdo consiste en una revisión de las categorías profesionales y la eliminación de las horas extraordinarias. Según la empresa, se trata de optimizar los recursos de la plantilla sin que haya despidos ni rebajas salariales. Además, la dirección sostiene que el acuerdo es legal, ya que fue aprobado con la representación de la mayor parte de la plantilla, por lo que a partir de su entrada en vigor cualquier huelga será ilegal.

Sin embargo, entre los representantes sindicales hay diferencias. UGT y el sindicato de maquinistas, mayoría en el Comité de Empresa, apoyaron el acuerdo, mientras que CC OO y CGT son quienes están tratando de echar atrás lo firmado. Además del paro de hoy tienen previstos otros a lo largo del verano, lo que la empresa considerará ilegal.

Las razones de estos representantes sindicales, según ha explicado Juan Carlos Cáceres, secretario del sector ferroviario de CC OO, están en que "el acuerdo aumenta las funciones de los trabajadores de Renfe [tareas que antes no les correspondían] y distribuye irregularmente las jornadas", ya que, aunque se mantienen las 40 horas de trabajo semanales, pueden ordenarse de manera diferente según los días. Miguel Ángel Escolano, secretario de UGT, difiere de esta opinión: "La reducción de las categorías profesionales es razonable, porque había puestos que ya ni siquiera existían, como el de relojero". Además, así consiguen que se eliminen las horas extraordinarias.