Suma y sigue la sangría de las promotoras

La prolongación en el tiempo de las refinanciaciones de deudas inmobiliarias está pasando a mejor vida, si se tiene en cuenta, además, que los bancos tienen más de 8.000 millones de euros en activos pendientes de venta. La negativa de varias entidades bancarias a aplazar la deuda a Nozar es un claro ejemplo. Lo preocupante es que los bancos extranjeros se cerrasen en banda, recuerda un analista, porque "ellos saben que a España le queda un largo camino de recuperación y ya no están dispuestas a subvencionar a fondo perdido".

En el caso de Reyal Urbis, que abrió el proceso de refinanciación en mayo pasado, ha planteado a las entidades acreedoras que le compren más activos, amplíen los plazos de pago y le aporten una mayor cuantía para poder así sacar adelante el plan de negocio. Pero Santander y Banesto, cabezas del crédito sindicado, no parecen estar muy dispuestas, a pesar de cerrar a finales de 2008 un acuerdo, a cambio del cumplimiento de un duro plan de negocio y de quedarse con parte de los activos. En mayo tuvo que revisarse y hoy es evidente que la estrategia empresarial marcada por los bancos no ha podido materializarse.

Metrovacesa, Colonial, Detinsa, Renta Corporación y San José obtuvieron treguas al pago de la deuda, supeditadas también a la marcha de los negocios. En cuanto a Martinsa, Tremón o Hábitat, están inmersas en la resolución de sus concursos de acreedores.

La otra clave, la situación del mercado, no es más halagüeña. A pesar de la tímida recuperación de la compraventa de particulares, el elevado stock de vivienda y la presión vendedora de oficinas, centros comerciales y locales, está retrasando la firma de operaciones, que juegan a esperar más descensos de precios. Las perspectivas de nueva construcción de inmuebles está además descartada por razones obvias, en un contexto de crisis económica. Con las escasas operaciones que realizan las empresas, a un menor margen de beneficio, se van a pagar los intereses de las deudas, las nóminas, y poco más. Un ejemplo es Sacyr Vallehermoso; la compañía ha mejorado sus resultados con la venta de suelos en el primer semestre del año por 771 millones de euros, a costa de bajar el margen al 3,7% frente al 30,3% obtenido en junio de 2008.

Con estas perspectivas, Fernando Rodríguez, presidente de la firma R. R. de Acuña & Asociados, y autor de un anuario clásico en el sector, pronostica que 2010 y 2011 serán los principales ejercicios en cuanto a "caída de empresas promotoras, dada su crítica situación". "Cada vez tienen más difícil refinanciar porque sus activos o no se venden o están hipotecados, y cada vez más devaluados". Para muestra, la última; Nozar.