"A veces la moto se pone cabezona, no congenias y no hay manera"

¿Es usted supersticioso? Intento no serlo, pero es inevitable. Aunque lo mío es un pequeño ritual privado, unos estiramientos que hago antes de cada carrera.

Entonces, haber acabado el Mundial en el puesto 13 no le afecta . Ah, no, para nada. Eso no me importa.

Y ocupar el lugar de Simoncelli, tampoco. Yo no ocupo su lugar. Eso es imposible. Intentaré honrar su memoria.

¿Cuánto es de importante la suerte en la carrera de un piloto? Mucho, como en la de todo el mundo. Yo me dedico a esto por un golpe de suerte. En el año 2001 estaba a punto de dejarlo por falta de dinero y llegó una oferta de un equipo en el último momento.

¿Qué relación tiene un piloto con su moto? Yo, personalmente, como si fuera una pareja. Estás con ella solo en el centro de la pista. Tienes que divertirte con ella y hacer que esté cómoda.

Entonces, ¿cambiar de escudería será algo traumático? No, lo que importa no es la marca sino tu moto. Ella es lo único importante.

Menudo papelón cuando se la presentan. Sí, claro, estás nervioso. No la conoces, tienes que caerle bien al principio, tener buen rollito...

Después de tantos años, no le resultará difícil. Bueno, cuando se pone cabezona no crea. Puede ser muy difícil. Hay veces en que, por más que lo intentas, no congenias, y nada, no hay manera.

¿Cuál es la cualidad más importante para un piloto? Ambición y ganas. Puedes ser mejor o peor, pero sobre todo es importante querer triunfar.

¿Cómo anda usted de eso? Sobrado.