El PP recuerda a Duran que le ha arrebatado su capacidad de influir

CiU cosechó el domingo una victoria histórica en las elecciones generales, pero el Partido Popular alzó ayer su voz. Los populares sufrieron el domingo un ligero desencanto al no poder amarrar la segunda plaza (ganada por el PSC); pero ayer, tras una lectura en profundidad de los resultados, enviaron un mensaje contundente a los nacionalistas: les pusieron los pies en el suelo. La presidenta del PP, Alicia Sánchez-Camacho, recordó que es su formación la que ha ganado por mayoría absoluta y la que, además, tiene la capacidad de influir en la gobernabilidad de Cataluña, cosa que, pese a su luminosa victoria, no podrá hacer CiU. Los papeles, a juicio del PP, se han invertido.

Los populares quisieron diluir el éxito de CiU y se arrogaron en Cataluña el papel decisivo al que aspiraba Josep Antoni Duran Lleida en el Congreso. "No vamos a dar nuestro apoyo

[a la gobernabilidad de la Generalitat] a cambio de nada", avisó Sánchez-Camacho, que ya permitió, con su abstención, que Artur Mas aprobara los presupuestos de 2011, plagados de recortes. Los dos partidos sellaron entonces un pacto que el PP denuncia que CiU ha incumplido. Critica que no haya recortado los organismos públicos, ni hecho planes para priorizar los servicios sanitarios, ni ahorrado en gastos farmacéuticos ni reformado el Servicio de Empleo Catalán (SOC).

Pese a todo el ruido, Sánchez-Camacho quiere ser la mediadora de CiU ante Rajoy y el PP aspira a gobernar con el alcade Trias el Ayuntamiento de Barcelona tras hilvanar los presupuestos.